lunes, 30 de julio de 2018

Cuando yo tenía cinco años de maté, de Howard Buten

Se veía muy bien que la señorita Krepnik se había tomado el jarabe que la volvía mala. Yo estaba enfrente de la ventana y miraba hacia fuera. Era otoño y las hojas caían de los árboles. Los árboles se quedaban calvos.

Portada del libro "Cuando yo tenía cinco años me maté", de Howard Buten
Editorial: Blackie Books

Fecha de publicación: 2013

Nº páginas: 200

ISBN: 978-8494167645

Precio: 16,9€




¿DE QUÉ VA?
Burt sólo tiene ocho años, pero su pequeño corazón ya ha conocido grandes sentimientos. Demasiado grandes. Demasiado fuertes. Ahora vive recluido en un Centro de Internamiento Infantil por lo que le hizo a Jessica. Solo, contra la estupidez de los adultos que convierten sus sueños en síntomas clínicos y su amor en un delito. Solo, en una fortaleza de silencio. ¿Quién lo sacará de allí?


¿QUIÉN LO ESCRIBE?
Howard Buten es, además de escritor, psicólogo especializado en autismo, músico y clown profesional. Cuando yo tenía cinco años, me maté es considerado un clásico moderno en Francia, donde Buten ha sido nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras.


¿QUÉ TAL ESTÁ?
El libro trata temas bastante interesantes y lo hace desde una óptica novedosa e incluso, a veces, perturbadora. Todo está narrado desde el punto de vista de su protagonista, un niño de ocho años.

El tono está bastante conseguido en general, aunque es cierto que hay momentos que te preguntas cómo puede el chico entender ciertas cosas y otras no. Pero la narración va impregnada de una fantasía mezclada con la realidad y de una forma de pensamiento errática que casa muy bien lo que podría ser la forma de contar las cosas de un niño de ocho años.

Esta historia nos lleva a plantearnos si hay maldad en la infancia, o si es la visión adulta la que quiere ver donde no hay o, simplemente, la que impregna de maldad y ensucia esa inocencia de los pequeños. Habla de la visión estricta de la sociedad y lo que se acepta. No sólo desde el enfoque niño contra adulto, sino también entre adultos, como en el caso del psicólogo que trata con una terapia distinta a los niños.

El libro pone también el foco en un punto tan espinoso como las repercusiones que nuestras "buenas intenciones" pueden provocar sobre los niños. Porque lo que desde la óptica adulta es toda una atrocidad, desde la infantil no lo es tal. Pero es indudable que no tratamos a los infantes como personas, sino como prototipos de estas. Como algo inacabado que no puede tener más razón o más verdad que la que nosotros, desde nuestra experiencia vemos (desde nuestra experiencia viciada).

Debo de decir que el libro, a pesar de parecerme muy interesante y haberme hecho reflexionar sobre asuntos bastante delicados, no ha terminado de engancharme o de parecerme una gran lectura. Tenía altas expectativas, por la etiqueta que tiene de "obra de gran éxito internacional", pero no he conseguido empatizar con el narrador en primera persona. Está muy conseguido, como he dicho, pero simplemente el protagonista no me ha caído bien y esto ha hecho que no disfrutara plenamente. A pesar de ello, me alegra haberlo leído porque eso me ha brindado la oportunidad de pensar y ver las cosas desde una perspectiva diferente a la habitual.

lunes, 23 de julio de 2018

Lobo contra perro, de Raquel Mayorga Baños

Sabes tan bien como yo que nuestro deber hallará la manera de llevar a cabo la voluntad del señor de Edo, sea cual sea el precio a pagar. Es bushido.


Portada del libro "Lobo contra perro", de Raquel Mayorga Baños

Editorial: Ronin Literario

Fecha de publicación: 2016

Páginas: 204

ISBN: 978-8494515927

Precio: 10€ papel / 2,99€ digital





¿DE QUÉ VA?
El emperador hace un encargo controvertido al mejor clan de samurais a su servicio. Comienza un viaje en el que la nieve se teñirá de rojo y viejas leyendas resurjan para cobrarse vidas.


¿QUIÉN LO ESCRIBE?
Raquel Mayorga Baños empezó a publicar en 2015 cuentos infantiles. En 2016 publicó Lobo contra perro. Actualmente compagina su trabajo como maestra con la publicación de obras infantiles y su labor como ilustradora.


¿QUÉ ME HA PARECIDO?
Pues me ha parecido sorprendente, y en el buen sentido. Esperaba una novela de samurais sin muchas pretensiones, con mucha acción y poco más. Y ha habido acción, pero mucho más.

Lobo contra perro es una novela corta ambientada en un Japón feudal, centrada en un clan de samurais que sirve al poder y al que el emperador hace un encargo bastante controvertido.

Pasado el primer capítulo, en el que se nos plantea la historia, el resto es una sucesión de hechos que nos mete de lleno en el viaje de un clan samurai y en sus códigos de honor y lealtades. La acción, una vez empieza, no termina y es bastante adictiva. Hasta un final en el que llega a sorprender y descubrimos una historia sólida y bien trenzada.

Me han gustado especialmente las descripciones hechas, que consiguen que podamos visualizar perfectamente escenas que, a priori, no son nada sencillas de contar. El plan del enemigo de los samurais también es una genialidad, así como la persecución que se lleva a cabo y el tempo elegido para cada acción. También con la forma de describir los escenarios y la climatología se consigue que nos metamos más en la historia.

En cuanto a los personajes, si bien los secundarios quedan algo planos y querría haber sabido más del emperador ya que parece algo sobreactuado en la escena en la que sale, es cierto que es una novela corta y que los protagonistas, los que realizan el enfrentamiento principal y llevan el peso de la historia, quedan bien dibujados y llenos de matices.

Aparte de las excelentes escenas de lucha nos encontramos con mitología japonesa y con unas subhistorias que se mezclan con la trama principal y le aportan matices que la enriquecen. En pocas páginas, se ha construido un conjunto que bien daría para una adaptación cinematográfica.

Sólo le pondré la pega de que hay términos japoneses que no todos los lectores entenderán y habría venido muy bien algún glosario o anotaciones a pie de página que los aclarasen (en la versión digital, que es la que yo he leído, no los hay). Aún así, aunque podamos perdernos algún término, la narración no se ve lastrada y se puede seguir sin problemas ni perdernos nada demasiado importante.

Me ha divertido, sorprendido y se me ha hecho corta. Sin duda recomiendo esta novela corta que consigue meterte en el Japón feudal y llevarte de aventuras al lado de hombres de honor.

lunes, 16 de julio de 2018

Relatos desenterrados, de Enrique Cordobés

Por desgracia ya había contemplado cada una de aquellas amputaciones. Apretó la mandíbula con rabia. Hoy uno de los dos no saldría vivo de allí.

Portada del libro "Relatos desenterrados", de Enrique Cordobés

Editorial: Saco de Huesos

Fecha de publicación: 2017

Páginas: 172

ISBN: 9782490290017

Precio:
12€



¿QUIÉN LO ESCRIBE? 
(de la web de la editorial)
Enrique Cordobés nació en Barcelona el último día de 1983. Antes de los diez años ya había devorado buena parte del cine de terror, género culpable de implantar en él la semilla de la creatividad fosca.
Ha estudiado guion cinematográfico, pero es en la literatura donde ha encontrado la oportunidad de desenterrar sus ideas y plasmarlas en papel. En 2015 fue finalista del certamen madrileño La mano con el relato Amantis. Con Saco de Huesos ha publicado siete relatos en sendas antologías, incluido El fondo del saco, relato galardonado con el Premio Nosferatu.


¿QUÉ TAL ESTÁ?
Comento un poco de cada relato:

Otro maldito viaje es un comienzo fuerte y muy bueno para la antología. Un taxista recorre la ciudad entre noticias de brutales asesinatos y ataques. Todo tiene una explicación que vislumbraremos hacia el final, mientras pensamos si querríamos otro maldito viaje. Un relato con imágenes impactantes y un buen ritmo.

Sed de miedo lleva el mundo de los fantasmas a un enfoque original. Me habría gustado que la acción se desarrollase más en ese inicio interplanetario que tiene un escenario más sorprendente y exótico. Desemboca sin embargo en un relato clásico de espíritus aunque muy bien llevado en los momentos de tensión y el desenlace.

Sangre se mete en el seno de una familia con problemas y, jugando entre la locura y el realismo mágico, nos lleva por distintas etapas de una demencia que comprobamos al final que no es casual. Una última escena llena de fuerza.

Alta suciedad es un relato crudo, que coge los sueños del personaje como hilo de una historia que muestra lo más desagradable (y por desgracia creíble) de la alta sociedad. Aunque se ve venir lo que va a pasar, no por ello deja de estremecer. El epílogo consigue inquietar más, si cabe.

Cuando Dios da la espalda tiene como protagonista a un exconvicto que no termina de reconciliarse con su pasado. Buscando una solución, se enfrenta a un gran desafío. Un relato que consigue meternos en las escenas mediante unas descripciones muy buenas y con un giro original.

El juego de la muerte nos lleva al continente americano para brindarnos una historia que bien podría ser un capítulo de una serie o parte de una película. Alex lleva tiempo jugando con la suerte, pero hay partidas que no se pueden ganar. Magnífico relato que mantiene en tensión en todo momento.

Estrella de rock mezcla el terror con la ciencia ficción en un planteamiento que da escalofríos y del que piensas decirle al autor: "¡no lo escribas vaya que les de por copiar la idea y puedan hacerlo en el futuro!". Una idea muy original con momentos in crescendo hasta un final como el que se merece una estrella de rock.

Calmantes para la bestia es un relato bastante corto que juega con el lector. Te hace plantearte una situación para, de repente, dejarte la sorpresa y la incredulidad con una situación que termina impactando. Un relato corto pero que se mantiene en alto en toda la narración.

Lágrimas de tinta y sangre al igual que el anterior plantea unas expectativas en cuanto a la historia que dan lugar a sorpresa final. Con escenas de terror bien descritas, una noche de insomnio da lugar a una venganza bastante curiosa.

Doctor Amputación sí va directo, al grano y sin esconder nada al lector. Es el relato más gore de la antología, con una cantidad de escenas sobrecogedoras. La historia es menos original pero ese doctor Amputación se queda sin duda grabado en la memoria.

Amantis tampoco juega a engaño y, aunque el título es un juego de palabras ingenioso, quizás desvela demasiado pronto el desenlace. Sin embargo este relato no se sustenta tanto en la sorpresa como en la desesperación de su protagonista, que se logra transmitir bastante bien.

Atrapada vuelve a describir de forma magnífica las sensaciones de quien se siente atrapada. Entre el morbo por saber qué va a ocurrir y el temor de que ocurra alguna atrocidad, los párrafos se van sucediendo hasta engarzar una historia en dos tiempos donde destaca la soltura del autor para describir escenas muy distintas y mantener la tensión en ambas.

El coleccionista es un relato clásico de "el juego del demonio", ese en el que un ser superior envuelve con tela de araña a la víctima, como jugando con ella, dándole esperanzas, pero sin que realmente las haya. Una vez más destaca el buen hacer a la hora de llevar el ritmo y mantener la tensión.

Queda pues una colección de 13 relatos en los que hay que mencionar que se vislumbran una voz propia, un estilo caracterizado por descripciones breves pero precisas que logran situarte en la escena y visualizarlo todo de manera muy gráfica, un manejo del tempo, de la tensión y de los sentimientos de la víctima que logran ponerte en su piel y compartir su esperanza y su desesperanza y, finalmente, unas escenas que logran impactar por su fuerza y quedarse como recuerdos incómodos en la cabeza incluso tiempo después de la lectura. Enrique Cordobés tiene sin duda talento para el relato de terror y estas historias son una buena muestra.


lunes, 9 de julio de 2018

El genio que pintó el retrato oval, de Ángeles Mora

El primer vistazo sobre el lugar que daría cobijo a la pinacoteca heló mi espíritu y ensombreció la sangre en mis venas.

Portada de "El genio que pintó el retrato oval", de Ángeles Mora

Editorial: El libro Feroz

Fecha de publicación: 2017

Páginas: 24

Formato: A5

Precio: 6€




¿QUIÉN LO ESCRIBE?
Ángeles Mora es una lectora enamorada de las atmósferas góticas que un buen día se atrevió a llenar de sombras sus propias letras. De alma inquieta y pluma curiosa, escribe de todo un poco pero es en el género del relato de terror donde su musa se siente más cómoda. Tras ganar algunos certámenes literarios y compartir con varios autores más de una docena de antologías, en 2016 publica con Editorial Niebla su primer libro en solitario. “Ecos en el páramo y otros relatos oscuros” es una recopilación de cuentos y ha sido elegida finalista del Premio Andalucía de la Crítica 2017. Con “Piensa en otra cosa...” se lanzó al mundo del microrrelato para impregnarlo de esa oscuridad que tanto le gusta.


¿QUÉ TAL ESTÁ?
Primero hay que destacar la edición (edición limitada de 100 ejemplares, numerados y firmados por la autora). El papel es de calidad (110 gr.) y no es totalmente blanco, es del color del papel reciclado y me encanta porque su rugosidad se acerca a los pliegos de papel antiguos y pega con el aire decimonónico del relato. La portada, por su parte, cuenta con una ilustración a carboncillo que termina de formar un conjunto muy chulo junto con el relato, el papel y los detalles internos, como el cambio de color y tipografía en algunas palabras concretas (y clave).

El relato no se queda atrás y en El genio que pintó el retrato oval tenemos esa atmósfera que ya le leímos a la autora en Ecos en el páramo y otros relatos oscuros, que nos transporta unos siglos atrás y hace que apetezca leerlo a la luz de una vela.

Con una narración sin prisa pero sin pausa, se van colocando los elementos que nos sitúan en un castillo que ha de convertirse en galería de arte y poco a poco vamos descubriendo la historia dentro de la historia: allí vivió un genio cuyas pinturas despiertan admiración pero que se vio envuelto en un aura de horror.

Con buen manejo del tempo y unas gotas de sangre esparcidas entre sus páginas, la autora nos va llevando de la mano hasta un final que sorprende y completa el misterio que plantea la historia del genio. Por el camino hemos disfrutado de una historia gótica al más puro estilo clásico y que deja con unas imágenes que se quedan tras la lectura. Poe estaría contento de este homenaje a su "El retrato oval", que ahonda en su leyenda para regalarnos una muy buena lectura.

Podría echar para atrás el precio que, a priori, parece caro para un relato de 24 páginas y puede hacer que algún lector se lo piense. Tras tenerlo en mis manos, creo que está justificado por ser una edición limitada, cuidada con mimo y de alta calidad.

lunes, 2 de julio de 2018

La niña silencio, de Cécile Roumiguière y Benjamin Lacombe

La alondra ha caído al suelo. Impotente, el cielo violeta arroja fríos relámpagos.

Portada del libro "La niña silencio", de Cécile Roumiguière y Benjamin Lacombe

Editorial: Edelvives

Fecha de publicación: 2011

Nº páginas: 24

ISBN:  978-8426381811

Precio: 7,5€




¿DE QUÉ VA? (texto de la contraportada)
La niña silencio se ha quedado sin palabras. Vive en la guaridad de los lobos y nunc adice nada, hasta que un día, por fin, las palabras fluyen y liberan su historia.
Un libro conmovedor que aborda de manera simbólica y delicada el difícil tema del maltrato infantil.


¿QUÉ ME HA PARECIDO?
Pues me toca hablar de decepción. Esperaba más de un libro ilustrado que me ha sabido a poco. Pero porque no hay más.

Entre los puntos positivos cabe destacar a Benjamin Lacombe, que tiene un estilo dibujando que me gusta mucho y, para mí, sube el nivel de cualquier obra en la que aparece. Su estilo, de atmósfera algo oscura le viene genial a la historia de La niña silencio (por cierto, qué título tan bueno), ya desde la portada en la que se ve a esa niña solitaria en un columpio rodeada sólo de pájaros. Lacombe es garantía de ilustraciones en las que recrearse y, en esta ocasión, no ha sido menos.

La historia en sí tiene un planteamiento bueno pero se te queda la espina de qué pasaría si se hubiera desarrollado más. Se queda en la anécdota, en el inicio y no intenta siquiera asomarse a la profundidad del personaje tan atractivo que tiene, esa niña que pide a gritos que se ahonde en su interior pero que al final no deja de ser una excusa para esbozar una historia. Y digo esbozar porque es en lo que se queda todo, en un boceto con buenas maneras que se nos quiere vender como algo terminado y sólo tiene un final que parece hecho con prisas.

No me ha quedado buena sensación a pesar de todo lo potencialmente bueno que tiene este libro. Ilustraciones, buena idea, buena narración inicial y un gran personaje. Da pena ver esos ingredientes desperdiciados en un final que se construye y resuelve en las dos últimas páginas de una forma que ni busca la sorpresa, ni el giro, ni nada que aporte algo de sal o pimienta. La historia de la niña silencio queda clara, sí, pero parece más bien que la protagonista no era más que una excusa para hacer un libro con bonitas ilustraciones, en lugar de, como me habría gustado, que el libro sólo fuera una excusa para contar una gran historia.

Quizás me podría valer la simpleza con la excusa de que está dirigido a niños de 10 a 12 años. Pero aún así no me sirve, ya que emplea un estilo con metáforas que parecen más bien dirigidas a un público algo mayor.

Me pareció barato cuando lo vi, teniendo en cuenta el precio que suelen tener los libros ilustrados por Lacombe, y al terminar su lectura puedo decir que no lo es tanto ya que ofrece poco más que el trabajo de Lacombe. Este libro (o álbum ilustrado, como lo vende la editorial), con dibujos de otro ilustrador dejaría bastante que desear. La sinopsis ya cuenta la mitad de la historia y poco más queda que descubrir en las letras del interior. Es cierto que son sólo 24 páginas, pero he leído otros libros ilustrados cortos mejores que este (como Piensa en otra cosa).