La verdad es que a los tíos que van por la vida de miradme-soy-la-hostia no los trago, y éste parece el rey de los capullos...
La venganza es dulce y además no engorda es un libro en clave de humor de Gervasio Posadas que viene presentado por una imagen de un pastel con una mecha encima. Una sutil fotografía que invita a pensar que aunque la venganza sea dulce y no engorde, como dice el título, sí que puede reventarnos en la cara.
Editorial: Espasa
Fecha de publicación: 07/05/2009
Nº páginas: 330
ISBN: 978-84-670-3171-3
Precio: 5.95€
SINOPSIS
Leandro Expósito es un hombre medio del país. Tristemente vive lo que muchos también en esta época. Despedido de malas maneras de su anterior empresa y con más de cuarenta años, no tiene más remedio que aceptar un trabajo cutre que apenas le da para echar el mes.
Preguntándose cómo ha llegado hasta esa situación y con la idea y la esperanza de mejorar aunque sea un poco, saca dinero de dónde no lo tiene y se apunta a un máster de gran prestigio que espera le sirva en su currículum o al menos le haga conseguir contactos entre los empresarios que también acudan allí.
La sorpresa salta cuando se da cuenta de que uno de sus profesores, es el simpático "cabronazo" (y perdón por lo de simpático) que tuvo que ver con la situación tan pésima en la que se encuentra. A partir de ese momento la rabia se apodera de él y cada día es impulsado por una fuerza nueva: las ganas de vengarse sea como sea.
AUTOR
Gervasio Posadas (Montevideo, Uruguay, 1962) ha trabajado durante muchos años en el mundo de la publicidad. En 2007 publicó su primera novela, El secreto del gazpacho, una sátira urbana en la que pone en solfa los manuales de autoayuda, los bestsellers esotéricos y el mundillo publicitario.
Junto a su hermana Carmen Posadas, es autor de Hoy caviar, mañana sardinas (Premio Sent Soví de Literatura Gastronómica 2008). Además colabora como columnista en varias publicaciones.
MI OPINIÓN
La venganza es dulce y además no engorda es un libro que se me presentó (y se presenta a sí mismo en su contraportada) como una historia cómica y divertida, y aunque no le tengo mucha fe a los libros de humor, pues no me suelen hacer reír tanto como pretenden, sí que pensé que al menos una o dos risas me podría echar con él y a la vez me hacía con una lectura ligera y barata.
Hay que decir que en el tema humorístico lo siento, pero a mí me ha defraudado. Apenas dos o tres situaciones que me han hecho sonreír, pero menos de lo que esperaba (sigo encontrándome con que libros que no pretenden ser de humor me sacan carcajadas más que los de éste género). Aún así no puedo decir que sea malo (ni tampoco muy bueno), pero sí es un libro medio.
A pesar no hacer reír demasiado, la lectura no es aburrida para nada, y el tono es en todo momento desenfadado y muy muy cercano. El protagonista, Leandro Expósito, se hace enseguida con la simpatía del lector, a veces por su carácter, a veces simplemente por la pena que da su situación. El hecho de transcribir tal cual los pensamientos que pueda tener Leandro y hacer que éstos sean los que cualquiera en su situación podría tener, contribuye al tono desenfadado que marca toda la narración. Junto a capítulos cortos, de alrededor de 10 páginas, todo esto hace que no duren mucho entre las manos las 330 páginas de las que consta y que aunque no llegue a emocionar o a enganchar, tampoco llega a aburrir. Es la sensación que se me queda, es un libro que cumple. Sin más.