miércoles, 13 de diciembre de 2017

Farenheit 451, de Ray Bradbury

Mi esposa afirma que los libros no son «reales»


Portada del libro "Farenheit 451", de Ray Bradbury

Editorial: DeBolsillo


Fecha de edición: 2016

Páginas: 192

Precio: 8,5€

ISBN: 978-8490321478



¿DE QUÉ VA?
En un futuro distópico, los bomberos se dedican a quemar los libros, ya que está prohibido leer. Leer puede llevar a pensar y pensar sólo conduce a la infelicidad. Todo cambia el día que Montag, el bombero protagonista, conoce a su vecina Clarisse, una niña algo distinta.


¿QUIÉN LO ESCRIBE?
Ray Bradbury es uno de los grandes maestros de la ficción científica y fantástica. Famoso por sus novelas, también ha cultivado el relato, el ensayo, la poesía y el guión. Algunos de sus libros son Las doradas manzanas del sol, Crónicas marcianas, El hombre ilustrado o El país de octubre.


¿QUÉ ME HA PARECIDO?
Tengo pendiente saldar cuenta con algunos clásicos (y otros revisitarlos) y grandes obras como ésta, a la que aún no le había hincado el diente.

Farenheit 451 es un cuento ambientado en un mundo distópico que tiene mucho de paralelismo con la realidad y del que se pueden sacar diversas lecturas y críticas hacia el camino actual de la sociedad.

Sobre la forma en la que está escrito, decir que es un texto típico de Bradbury: tiene una prosa muy cuidada, pausada, que sabe poner el foco en el detalle para ambientarnos y con un lirismo casi poético en ocasiones.

Esta historia nos mete en la mente del que, a priori, sería "el malo". Un bombero que se dedica a incendiar libros (objetos prohibidos por el gobierno). Incluso disfruta al verlos arder. Pero todo cambia a raíz de su encuentro con Clarisse, su joven vecina. Desde su aparición, Clarisse llena cada página del libro con su dulzura y su visión distinta y "loca" del mundo. Clarisse aporta la claridad (buen nombre para el personaje) en la mente del bombero. Es el Pepito Grillo que le hace pararse y reflexionar sobre su vida, una vida demasiado acostumbrada a base de inercias y cotidianidad.

Farenheit 451 nos cuestiona sobre nuestra felicidad, sobre el concepto de felicidad en sí mismo y cómo lo confundimos con "despreocupación" y "tiempo de ocio". Nos da la punzada también sobre el mirar hacia otro lado cuando somos los favorecidos de la situación (mundial). Sobre la manipulación de los medios, que no es un ente abstracto, sino algo en lo que todos tenemos mucho que decir (somos los consumidores, tenemos cierto poder; si no tragamos lo que nos dan, no seguirán dándonoslo. Pero si nos conformamos, cada vez tendremos las tragaderas más anchas).

En cuanto a como cuento, aunque no presenta grandes sorpresas (el personaje "despierta" de su adoctrinamiento social y se rebela, con consecuencias previsibles), funciona y mantiene el interés. El personaje de Clarisse se echa de menos en cuanto deja de aparecer pero, por suerte, su esencia impregna los capítulos por medio del poso que ha dejado en el protagonista.

He leído críticas a este libro en cuanto a que no es el más original, que ya había otras distopías similares a él y anteriores. Sea como fuere, considero que Farenheit 451 es un libro necesario. Es de esos que reconcilia a la literatura con la sociedad ya que, además de entretener, aporta. Y si el mensaje ya estaba ahí de antes, no deja de ser necesario repetirlo, a tenor del acercamiento que hacemos a la distopía que describe. A marchas terroríficamente forzadas.

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