miércoles, 5 de septiembre de 2012

Di Sangro. Señor de Nápoles, de Jorge Cabrerizo

Solamente los hombres que rozan la perfección tienden a querer superarla —su tono de voz cambió a más autoritario—. La mediocridad humana limita a las grandes mentes, que escasean. Sólo en manos de hombre superiores se pueden ejecutar los destinos superiores



Portada del libro "Di Sangro. Señor de Nápoles"

Editorial: Grupo AJEC

Fecha de publicación: 05/2010

Páginas: 336

ISBN: 9788496013865

 Precio: 18.95€





SINOPSIS
Paul Cuttat es un hombre al servicio de la Iglesia, que es enviado desde El Vaticano hasta la ciudad de Nápoles en una misión secreta, para comprobar si el príncipe Raimondo Di Sangro, sigue enfrascado en sus prácticas masónicas y nigrománticas, a pesar de su arrepentimiento hace unos años.
Cuttat, una especie de soldado entrenado y con experiencia en misiones similares, llega a la ciudad Italiana dispuesto a llevar un trabajo como cualquier otro, pero se encuentra que nada es simple con Di Sangro, nada es pequeño y todo es magnífico. Su huella en la ciudad y en los habitantes de esta, se va haciendo cada vez más patente a medida que ahonda su investigación.


AUTOR
Jorge Cabrerizo es escritor, historiador de arte y guinista. También es editor de la revista "Alonso Cano".
Ha publicado las obras "¡Esto contigo no pasaba!" (2006), "Fauna granatensis" (2007), "Episodio Nacional 21" (2009) y "Di Sangro. Señor de Nápoles" (2010), cultivando tanto el humor, como la novela histórica y el terror.


TRAS LA LECTURA
Di Sangro, es el primer acercamiento a la novela histórica que hago desde este blog, pero ni mucho menos el primer acercamiento que he tenido con el género (si bien es verdad que lo he dejado últimamente más aparcado).
Con elementos de novela gótica clásica, esta novela me ha sorprendido bastante gratamente. Si bien empieza con unas premisas que me hacían temer que estaba ante una obra del tipo de las de "secta secreta que pretende cualquier plan para dominar el mundo, y protagonista héroe que va a descifrar sus misterios y desarticularla", pronto me di cuenta que no era el caso.
La Iglesia envía a uno de sus espías a la ciudad de Nápoles a vigilar a Raimondo Di Sangro, un personaje muy influyente en la ciudad, que ya fue ajusticiado y perseguido por sus prácticas masónicas y nigrománticas, pero que pudo conservar su posición retractándose de ellas y entregando a parte de los otros traidores a la institución católica.
Es así como Paul Cuttat, el protagonista, toma paso enseguida como un emisario eclesiástico. Pero no uno entregado a su causa, sino uno que no tiene elección y que repudia a sus superiores y la hipocresía y falsedad que representan. Nadie mejor que alguien que convive con ellos casi a diario para conocer a los hombres que rigen los destinos de los gobiernos y de la fe del resto de personas. A pesar de su repudia, Cuttat se ve obligado por las circunstancias a las misiones que le encomiendan, siendo así más un mercenario que otra cosa. Este personaje, narrador en primera persona, se irá desarrollando a lo largo de las páginas y lo conoceremos como alguien que me ha parecido muy realista. Alguien cuya moral tiene los límites de la fidelidad a sí mismo, alguien que hará lo que crea que deba hacer para proteger su persona y su vida, pero a quien poco le importan los daños colaterales de sus misiones.

Hay algún personaje más que toma cierto protagonismo pero, aparte de Paul Cuttat, la figura que sin duda lleva toda la relevancia en este libro es el personaje histórico que le pone nombre: Di Sangro. Ese personaje que, si bien no aparece directamente en buena parte de la novela, sí que aparece indirectamente, a través de la imagen que tienen los demás de él, de lo que comentan, de la sombra que ejerce sobre la ciudad en la que vive. "Él es Nápoles", que dice algún personaje. Es el tipo de protagonista cuya figura se nota a lo largo de todo el libro y que puede generar sentimientos encontrados. Podemos verlo de forma positiva, como un gran genio, pero también con su cara negativa, un genio cruel. 

Y lo bueno que tiene es que la imagen que se nos forma de él, no es una expectativa alta que no se llegue a cumplir ya que, una vez que hace acto de presencia entre las páginas, todo gana enteros y se hace más interesante, llevados de la mano de ese personaje que nos arrastra a nosotros y al otro protagonista, Paul Cuttat, que llega a empequeñecer y a perder parte de su importancia para dar cabida al nuevo elemento.
Me han parecido muy interesantes varios de los datos que revela este libro sobre Di Sangro. He de reconocer que muchos los creía invenciones ficticias pero que, al buscar después información en la red, me he sorprendido al comprobar que no deja de ser un mito aún latente, debido al legado tan maravilloso como grotesco, que dejó este personaje.

La historia en sí, la investigación de la pertenencia o no a un grupo masón de Di Sangro, con el paso de las páginas flojea y se torna más bien en una mera excusa para exponer lo que el autor quiere, si bien en este caso, no me voy a quejar porque no me he llegado a aburrir y por lo interesante de los descubrimientos que he hecho. El final es correcto, sin llegar a ser de los de "agárrate a la silla mientras lees", ni tampoco de los que estropean libros. Es una buena forma de finiquitar todo y a la vez se sigue con la leyenda de di Sangro. Si bien es verdad, que la primera parte del libro se ve más pausada y tranquila, más descriptiva y contemplativa, mientras que la última se dedica más a la acción. Incluso por la estructura de los capítulos muestra esto, lo que me daba miedo de que se hubiera querido cerrar la historia pronto y se notase demasiado, pero no tengo queja al respecto. Si ha sido la intención, ha quedado un resultado buen resultado final igualmente.

La ambientación es casi totalmente en Nápoles, una ciudad mediterránea que se nos sabe presentar muy bien llena de vida, de colorido, de olores, de personajes, de ruidos y de movimiento, en definitiva. También el ambiente histórico, en pleno s. XVIII está conseguido. Lo notamos en cada incursión que Paul Cuttat hace por las calles, por los mercados, e incluso por el puerto de la ciudad.

El estilo del autor es rico en palabras sin llegar a ser sobrecargado y predominando las frases cortas a las construcciones complejas, lo que da agilidad a la lectura y contribuye en ocasiones a que el lector asimile las impresiones del narrador en primera persona. Esas frases cortas y, en ocasiones, ocupando una línea entera, realzan a veces el dramatismo y hacen llegar muy bien la situación.

¿Recomendable? Para mí sí lo es. Me ha descubierto un gran personaje histórico que me parece muy interesante, y me ha resultado una lectura agradable. Los asiduos a la novela histórica quizás echen en falta más ambientación o más datos sobre la época, pero yo creo que todo queda bien enmarcado y que en ocasiones, la Nápoles del s. XVIII casi llega a ser un personaje más, aunque es cierto, que más en la primera parte del libro (esa parte más lenta y pausada, que tiene más lugar de recrearse en el entorno tanto físico como popular en que se desenvuelve todo), que en la segunda.

2 comentarios:

  1. No lo conocía, pero lo cierto es que tiene buena pinta. Me gusta la novela histórica, pero no siempre busco grandes descripciones plagadas de datos que parecen escritos para demostrar que saben mucho.
    Este me lo apunto
    Besos

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    Respuestas
    1. Apunta, apunta, que ya verás como te resulta interesante =)
      ¡Besos!

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