martes, 25 de abril de 2017

Regreso al mar, de Satoshi Kon

¿!Qué pasa con el huevo!? ¡Pero si no es más que una leyenda! ¿No?


Portada del libro "Regreso al mar", de Satoshi Kon

Editorial: Planeta

Fecha de publicación: 2013

Páginas: 224

ISBN: 978-8415480778

Precio: 15€



¿DE QUÉ VA?
Yosuke, un adolescente a punto de entrar en la universidad, se propone cumplir con un viejo, matutino y rutinario ritual que toda su familia y sus ancestros llevan realizando durante generaciones. Su familia fue depositaria hace muchos años de un huevo de sirena y durante un período de sesenta años su cuidador, un miembro de la familia de  Yosuke, debería cambiar el agua cada siete días y al finalizar ese período de tiempo mencionado lo devolvería al mar, a la sirena que les otorgó su cuidado. A cambio, el pequeño pueblo de Amite, gozaría de un mar en calma y buena pesca.


AUTOR
Satoshi Kon fue licenciado por la facultad de Diseño y Comunicación Visual de la Universidad de Bellas Artes de Musashino.
En 1985, estando todavía en la universidad, debuta como mangaka al ganar un accésit del premio Tetsuya Chiba con la obra Carve. En 1990 publica Regreso al mar, su primera serie, en la revista Young Magazine. En el mismo año, se incorpora como diseñador artístico al equipo de la película Roujin Z (basada en la obra original y el guión de Katsuhiro Otomo), en su primera incursión en el mundo de la animación.
En 1997 debuta como director cinematográfico con la película Perfect Blue. A partir de entonces, cosecha grandes críticas, tanto en Japón como en el extranjero, como director de cine de animación, con varia obras.
Toma las riendas de la nueva película Yume miru kikai (La máquina de soñar) como autor de la obra original, guionista y director, pero fallece el 24 de agosto de 2010 víctima de un cáncer de páncreas. Tenía 46 años.



TRAS LA LECTURA
Este es un cómic que compré tras leer reseñas muy positivas sobre él en internet. El precio era alto y la encuadernación, en tapa dura, no es de las que más me gustan para el manga, pero indicaba que si la editorial ha apostado por subir el precio y hacer una edición algo más cuidada es porque el material merecía la pena.

Regreso al mar quizás tenga como peor exponente su título que, si bien es bastante descriptivo, es algo simple. Nos encontramos ante la primera historia larga de Satoshi Kon, su primera prueba de fuego que, según palabras del propio autor (que aparecen al final del tomo), supuso una serie de experiencias nuevas y muy estresantes para él.

La historia es su mayor fuerte. Se trata de un cuento muy social y actual en el que se combina el realismo mágico con el ecologismo. Ambientado en una pequeña población pesquera, un magnate se vale de una leyenda del lugar para comprar terrenos y, con un discurso de progreso, empezar a construir un complejo turístico al más alto nivel. La leyenda atraerá a turistas y eso dará trabajo a los lugareños, a la par que disfrutarán de comodidades propias de las grandes ciudades, como hospitales modernizados. ¿A alguien le suena todo esto? Es muy actual.

Algunos habitantes de la aldea pesquera se resisten al cambio. Quieren sus playas limpias, sin grandes hoteles, y su medio de vida como siempre. Tienen un trato con el mar y no quieren romperlo por nada del mundo. Les escuece, además, que sea el sacerdote del lugar el que negocie la transformación de su municipio en algo moderno y sin alma. Pero no se trata de un sacerdote ávido de dinero, sino que tiene sus propia historia trágica a cuestas que justifica su comportamiento.

Es así Regreso al mar un retrato social, un choque entre el pez grande y el pequeño, la cultura local contra la globalización y el mal llamado progreso (¿progresar es hacer más dinero?). Pero no sólo las personas tienen su protagonismo, sino que hay un elemento mágico, la leyenda de la aldea, que tiene mucho que decir. Como lectores incluso llegaremos a dudar en algún momento de la veracidad de una leyenda que tiene mucho que ver con la naturaleza.

Por su desarrollo y desenlace, este cómic es un canto al ecologismo que nos hace plantearnos muchos aspectos de la sociedad actual y el ritmo al que vamos hacia el futuro en el que, por más que los estudios avisen del daño al planeta que causamos, nos empeñamos en que siga siendo apocalíptico.

El dibujo escapa de la caricatura y es bastante detallado y realista, recordando al de Akira de Katsuhiro Otomo (no en vano Satoshi trabajó como ayudante de Katsuhiro durante un tiempo).

No puedo más que recomendar este manga que, aunque tenga un precio alto, merece la pena.

martes, 18 de abril de 2017

La gallina que soñaba con volar, de Sun-mi Hwang

Que seamos de la misma especie no significa que formemos una familia feliz. Lo importante es comprender al otro. ¡Eso es el amor!


La gallina que soñaba con volar, de Sun-mi Hwang

Editorial: Nube de tinta

Fecha de publicación: 2014

Páginas: 144

Precio: 13,95€ papel / 7,99€ ebook

ISBN: 9788415594291




SINOPSIS
Esta es la historia de una gallina ponedora llamada Brote. Desde su jaula, ansía escapar a la libertad del corral y cumplir sus sueños. En su búsqueda de la felicidad, Brote se enfrentará al miedo a lo desconocido, al rechazo de los demás animales y al peligro que conlleva recorrer su propio camino.


AUTORA
Sun-mi Hwang nació en 1963 en Corea del Sur. Durante parte de su adolescencia no pudo asistir a la escuela debido a las circunstancias económicas de su familia, pero gracias a uno de sus profesores, que le dio la llave de un aula, pudo a leer libros siempre que quiso. En la actualidad es profesora adjunta de la Facultad de Literatura en el Seoul Institute of the Arts. Ha publicado decenas de libros. La gallina que soñaba con volar se ha convertido en un clásico, y ha permanecido en las listas de best-sellers coreanos más de diez años.


TRAS LA LECTURA
Me acerqué a este libro porque leí que se había convertido en un "clásico moderno" y, tras triunfar en Corea, lo estaba haciendo en muchos otros países. Un libro que alcanza esa fama a nivel global o es muy buen libro o tiene un marketing bestial y, la verdad, poco había oído y leído de él con anterioridad.

Esta es la historia de una gallina ponedora, Brote, que tiene un sueño. Pero a la vez es una fábula. Es la historia típica de un personaje cualquiera, un anónimo con el que te cruzas por la calle, un mindundi que tiene una vida plana, aburrida y sin mucha esperanza pero que se mueve de forma inocente por la fuerza de un sueño y vive lo que nunca creyó posible (para bien y para mal).

Está escrito en un tono cercano al infantil, que bien podría ser leído por un niño como un cuento y lo disfrutaría así, sin más. Aunque lo bonito está en hacer esa otra lectura, sacar significados entre líneas y ponernos en la piel de la gallina ponedora, hacer nuestra su historia y tomar el corral como la sociedad.

Se habla así en el libro de las diferencias entre personas y de cómo son aceptadas o no, de la importancia de lo que das en lo sociedad para que esta te señale el sitio al que perteneces, de la amistad entre iguales y desiguales, de los roles que no podemos evitar y de cómo los sueños, por bonitos que sean en nuestra cabeza, no son imposibles pero sí difíciles de alcanzar.

Me ha gustado mucho el hecho de que deja traslucir que el sueño que se persigue no es tal y como se imagina. Es algo que tenemos idealizado y que no tiene por qué ser como pensamos, pero aún así merecerá la pena. Porque aunque hay mucho realismo (sin olvidar que hablamos de un libro en el que los protagonistas son animales), ese realismo tira más bien hacia el optimismo, aunque sin llegar al edulcoramiento.

A destacar también la habilidad de la autora para hablar de sentimientos a través de una gallina. De ser capaz de dominar la anatomía de tan singular ave para darle una expresividad que podamos identificar. Admirable su capacidad para hacer metáforas que nos dejen pensando. Un lenguaje sencillo pero muy cuidado, un trabajo de esos difíciles que nos hacen fácil la lectura.

Resumiendo, La gallina que soñaba con volar ha vendido más de dos millones de copias por derecho propio. Es un libro sencillo, tranquilo y, en apariencia, sin mucha ambición, que se deja leer y releer y es capaz de decirnos algo cada vez.

martes, 4 de abril de 2017

Teluria 108, de Fernando Llor y Álex Muñoz

¿Lo oyes bien, Lisven? ¡Es el sonido de nuestra victoria! ¡Nuestro tiempo de encierro ha terminado!


Portada del cómic "Teluria 108", de Fernando Llor y Álex Muñoz


Editorial: Ediciones Babylon

Fecha de publicación: 2014

Páginas: 100

ISBN: 978-84-16318-48-3

Precio: 14,95€ papel / 2,95€ e-book



SINOPSIS
En Teluria, la ciudad de los demonios, hay rumores de que Lucifer, quien mantiene la paz, ha desaparecido. Las intrigas no tardan en aparecer y los hay que quieren ocupar su lugar. Otros sueñan con ir hacia el mundo de los humanos y demostrar su supremacía. Armen será el encargado de ir tras los que se han colado en La Tierra y llevarlos de vuelta a Teluria.



AUTORES (de la web de Babylon)
Fernando Llor (guionista): (Vigo, 1982) cursó estudios de Técnico Superior de Imagen en Vigo y de guión cinematográfico en Madrid. En 2013 ganó junto al ilustrador René Valiñas el Concurso Internacional de Cómics y Novelas gráficas de la plataforma Libros.com con Nyx, los sueños de la Diosa, que se convirtió en su primer trabajo publicado en papel. Colabora escribiendo relatos y cómics cortos con distintas publicaciones como Croa Magazine o la Revista Astrolabium, y muy especialmente con The Rocketman Project.

Álex Muñoz (dibujante): (Madrid, 1988) desarrolló muy temprano su afición por el dibujo. Tras cursar estudios en la Escuela Superior de Dibujo Profesional (ESDIP), empezó a realizar trabajos como freelance, lo que le permitió conocer de cerca el apasionante mundo de la ilustración. Forma equipo creativo con Fernando Llor, con el que ha sacado a la luz varios proyectos.



TRAS LA LECTURA
Otra de mis incursiones en el cómic a través de la tablet (al final me estoy acostumbrando a leerlos así aunque prefiero los tomos en papel), y también de la editorial Babylon, que si ya me sorprendía gratamente con sus novelas, lo está haciendo también con estas lecturas.


En Teluria 108 encontramos otra historia de aventuras al estilo shonen con las viñetas a todo color y un precio que bien merece la pena. De nuevo la acción prima por encima de todo, incluso de los mismos personajes.

Y es aquí donde veo un punto flojo, en los personajes y las relaciones entre ellos. El conflicto es muy grande y su resolución parece tan difícil, que coge casi todo el espacio de la historia y quedan elementos que me chirrían, como la relación del protagonista con su compañera de trabajo en la pizzería. Se podría decir, que todo el mundo, ante un compañero como el protagonista, que pasa de relacionarse con todos, no sentiría más que cierta curiosidad inicial pero indiferencia después. Es difícil pensar en que surja el cariño en esta situación. Quizás debería haberse dedicado más espacio a la relación entre ellos, en incluso a ella, cuyo papel es bastante secundario.

Tiene en sí peculiaridades muy originales, como esa ciudad de demonios y un poco de filosofía de lo que es ser ángel o ser demonio en la que no llega a adentrarse demasiado pero que habría sido un punto interesante de haber estado más presente, sobre todo si se mezcla con la percepción humana de éstos.

En cuanto al apartado gráfico me ha recordado más a un estilo europeo que al estilo manga. Es un dibujo muy limpio, con las expresiones bien caracterizadas y un uso del color magnífico. Todo esto hace que nos podamos sumergir más en las escenas e incluso casi podamos imaginar cómo sería la película de animación del cómic. 

En definitiva, con Teluria 108 me he encontrado un buen cómic que entretiene, se lee de un tirón y con dibujo a color. Merece la pena su lectura.