martes, 18 de abril de 2017

La gallina que soñaba con volar, de Sun-mi Hwang

Que seamos de la misma especie no significa que formemos una familia feliz. Lo importante es comprender al otro. ¡Eso es el amor!


La gallina que soñaba con volar, de Sun-mi Hwang

Editorial: Nube de tinta

Fecha de publicación: 2014

Páginas: 144

Precio: 13,95€ papel / 7,99€ ebook

ISBN: 9788415594291




SINOPSIS
Esta es la historia de una gallina ponedora llamada Brote. Desde su jaula, ansía escapar a la libertad del corral y cumplir sus sueños. En su búsqueda de la felicidad, Brote se enfrentará al miedo a lo desconocido, al rechazo de los demás animales y al peligro que conlleva recorrer su propio camino.


AUTORA
Sun-mi Hwang nació en 1963 en Corea del Sur. Durante parte de su adolescencia no pudo asistir a la escuela debido a las circunstancias económicas de su familia, pero gracias a uno de sus profesores, que le dio la llave de un aula, pudo a leer libros siempre que quiso. En la actualidad es profesora adjunta de la Facultad de Literatura en el Seoul Institute of the Arts. Ha publicado decenas de libros. La gallina que soñaba con volar se ha convertido en un clásico, y ha permanecido en las listas de best-sellers coreanos más de diez años.


TRAS LA LECTURA
Me acerqué a este libro porque leí que se había convertido en un "clásico moderno" y, tras triunfar en Corea, lo estaba haciendo en muchos otros países. Un libro que alcanza esa fama a nivel global o es muy buen libro o tiene un marketing bestial y, la verdad, poco había oído y leído de él con anterioridad.

Esta es la historia de una gallina ponedora, Brote, que tiene un sueño. Pero a la vez es una fábula. Es la historia típica de un personaje cualquiera, un anónimo con el que te cruzas por la calle, un mindundi que tiene una vida plana, aburrida y sin mucha esperanza pero que se mueve de forma inocente por la fuerza de un sueño y vive lo que nunca creyó posible (para bien y para mal).

Está escrito en un tono cercano al infantil, que bien podría ser leído por un niño como un cuento y lo disfrutaría así, sin más. Aunque lo bonito está en hacer esa otra lectura, sacar significados entre líneas y ponernos en la piel de la gallina ponedora, hacer nuestra su historia y tomar el corral como la sociedad.

Se habla así en el libro de las diferencias entre personas y de cómo son aceptadas o no, de la importancia de lo que das en lo sociedad para que esta te señale el sitio al que perteneces, de la amistad entre iguales y desiguales, de los roles que no podemos evitar y de cómo los sueños, por bonitos que sean en nuestra cabeza, no son imposibles pero sí difíciles de alcanzar.

Me ha gustado mucho el hecho de que deja traslucir que el sueño que se persigue no es tal y como se imagina. Es algo que tenemos idealizado y que no tiene por qué ser como pensamos, pero aún así merecerá la pena. Porque aunque hay mucho realismo (sin olvidar que hablamos de un libro en el que los protagonistas son animales), ese realismo tira más bien hacia el optimismo, aunque sin llegar al edulcoramiento.

A destacar también la habilidad de la autora para hablar de sentimientos a través de una gallina. De ser capaz de dominar la anatomía de tan singular ave para darle una expresividad que podamos identificar. Admirable su capacidad para hacer metáforas que nos dejen pensando. Un lenguaje sencillo pero muy cuidado, un trabajo de esos difíciles que nos hacen fácil la lectura.

Resumiendo, La gallina que soñaba con volar ha vendido más de dos millones de copias por derecho propio. Es un libro sencillo, tranquilo y, en apariencia, sin mucha ambición, que se deja leer y releer y es capaz de decirnos algo cada vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario