Había duende en aquella guitarra, en aquel hombre. Su rostro estaba transformado en una máscara de dolor y pesar, cerrados los ojos de forma violenta, vuelta la cara hacia la nada.
Editorial: Alfa Eridiani
Fecha de publicación: 2012
Páginas: 34
Precio: 2,5€ edición ebook
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SINOPSIS
Un mecenas en la España del s.XIX acude a Sevilla para asistir a la actuación del guitarrista del momento, el nuevo fenómeno. Su sorpresa es mayúscula al reconocer al talento como alguien de quien esperaba menos calidad artística. Llevado por su curiosidad, intentará esclarecer cómo un personaje mediocre ha sido capaz de evolucionar para emocionar hasta las lágrimas a su público.
AUTOR
Ramón San Miguel Coca nació en Santander, es licenciado en Ciencias Químicas y desde el 2004 desarrolla su afición por la escritura. Ha coescrito la novela Factor Psi, además de numerosos relatos con los que ha obtenido reconocimientos tales como el Premio Domingo Santos. También ha sido nominado en varias ocasiones a los Premios Ignotus en las categorías de Novela Corta y de relato.
TRAS LA LECTURA
Duende es un relato que, a priori, no me esperaba (creía que me iba a encontrar un relato humorístico),
aunque su prólogo ya me puso un poco sobre aviso de lo que me iba a encontrar.
Tengo que destacar como algo que me ha parecido muy
positivo, el hecho de que la historia y el estilo narrativo no caen en el humor
ni en el chiste. No por
nada, pues bien podría haber sido en tono humorístico y haber resultado
igualmente disfrutable, pero sin embargo, quizás era lo más esperado y,
alejarse de eso, sorprende más y presenta algo más novedoso.
El relato trata con mimo al flamenco. Situadas varias de sus
escenas en un local con un tablao, se
respira el ambiente en la forma de describir las actuaciones y el
comportamiento del público. También, cómo no, en la personalidad del dueño del
negocio. Tanto este dueño, como el guitarrista estrella del lugar y los demás
personajes, el mecenas y el pintor, todos muestran un gran respeto e incluso
verdadera admiración y afición por el arte del flamenco, tanto en sus
vertientes de cante, como de guitarra y baile. Es algo que me ha gustado.
La ambientación es totalmente creíble. Leyendo Duende, tengo que decir que he
visualizado las escenas como si fueran parte de esas películas que se hacían
antes y tenían de protagonistas a Rafael Farina o Antonio Molina. Ayudan mucho
a ello los diálogos y, me han parecido especialmente buenas, las intervenciones
de Carmela.
Los personajes son totalmente coherentes con la ambientación
y la historia. Si bien sólo me ha sorprendido un poco el protagonista, al que
hubiera esperado más mezquino y con intenciones oscuras y, sin embargo, en el
momento crítico se ha mostrado quizás demasiado blanco. Habría esperado más
egoísmo, que no fuese un mecenas totalmente vocacional, sino que lo fuese por
el ego de pensar “gracias a mí” y por el enriquecimiento personal. Pero tampoco
es que desentone, ha sido más un prejuicio personal, supongo, el esperar que
hubiera un malo en esta historia, que realmente no termina de tenerlo. El
pintor también se queda un poco desdibujado, al no terminar de entrar en la
historia. Podría haberlo hecho quizás como un Watson compañero de
investigaciones. Sin embargo, el guitarrista, la bailaora, el dueño del local y el mecenas en ocasiones (salvando
que personalmente me habría gustado que fuese más mezquino), están geniales.
La parte fantástica, o de ciencia ficción, tiene como bueno
el integrarse bien con algo tan racial como el flamenco y, me repito, no caer
en lo humorístico, sino hacerse en cierto modo creíble y quedar al servicio de
la historia. La primera mitad del relato crea un misterio que atrae y te hace
querer seguir leyendo, y esta parte fantástica da la explicación y te hace
querer saber más de la naturaleza de lo que se presenta. Me ha dejado pensando
en el por qué del comportamiento final de ese duende, pero supongo que es una
conclusión que cada lector debe sacar por sí mismo.
¿Recomendable? Se lee en un ratito, y te da la oportunidad
de meterte en una historia en la que bien podrían salir Farina o Lola Flores y,
todo ello, con un toque de fantasía. Es una lectura disfrutable y, por lo
tanto, recomendable. La pena es que sea tan cortita.
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