Entremundos, de L.G. Morgan

Gwynplaine, como el personaje del genial Victor Hugo. Pueden llamarme también, si así lo prefieren, el hombre-que-ríe. Incluso pueden recurrir a mi antiguo nombre: Peter Nobody. Pero, por favor, que nadie tenga el mal gusto de denominarme "el Joker".



Editorial: Saco de Huesos
 
Fecha de publicación: 12/2013
 
Páginas: 142
 
ISBN: 9785400038635050026
 
Precio: 12€





AUTORA
L. G. Morgan es psicóloga clínica y escritora. En el ámbito literario ha cultivado el relato obteniendo reconocimientos como el Premio Nosferatu, el premio en el II Certamen del Círculo de Escritores Errantes y el Concurso Hislibris de relato histórico, entre otros. Ha participado en diversas antologías. 
Es miembro del Club de Escritores de Relato Corto "Relatopía" y administra un blog literario interactivo llamado Destino, un proyecto de literatura en vivo, y otro personal: Literatura con estrógenos.



TRAS LA LECTURA

Entremundos es una antología de relatos que es capaz de transportarnos a historias de límites difusos, historias impregnadas del llamado realismo mágico, pero sobre todo historias de personas, más que de personajes. Y digo esto porque los protagonistas son muy palpables, muy creíbles. En las historias narradas en primera persona, es como si tuviéramos delante a quien nos cuenta la historia. A la vez, es una antología de atmósferas. En unos cuantos párrafos, y sin darnos cuenta, ya estamos metidos de lleno en la realidad de la historia, estamos dentro y sentimos el desasosiego de sus personajes y las ganas de saber cómo acaba todo. Finales, muchos de ellos, que admiten varias posibilidades y dejan que el lector decida o se quede con las dudas.

Un poco de cada relato:

Ouija es un relato que, ya desde el título nos muestra sus cartas. Es la típica historia del grupo que se reúne a jugar a la ouija. No me ha sorprendido, pero tampoco el relato lo pretende. Lo que sí consigue, y muy bien, es crear y transmitir esa atmósfera inquietante de una historia de juegos con espiritismo.

Restitución homenajea abiertamente a El retrato de Dorian Gray, en un cuento en el que, de nuevo, consigue crear una atmósfera, en este caso opresiva, que llega muy bien al lector. El final me ha parecido original y muy adecuado.

Dulce Trenes es un relato-denuncia sobre el maltrato de género. La historia de varias generaciones de mujeres que han sufrido maltrato y que se nos presenta ambientada en el mundo del ferrocarril, como una metáfora de historias que van y vienen, que se alejan y convergen, de estaciones que no pueden evitar tener su sitio fijo, inamovible, pero con trenes que van hacia un nuevo comienzo. Consigue ser una historia triste y bonita a la vez.

La sociedad de la niebla nos presenta en tres actos una historia de sociedades secretas y conspiraciones. Me ha hecho esperar un desenlace en sus dos primeras partes, que luego ha sido otro distinto e inesperado al final. Es un relato que me ha sabido a poco en el sentido de que me he quedado con ganas de más, quería saber más de esa sociedad.

Minerva no cree en mí es una historia con tintes sobrenaturales en la que, sin embargo, todo queda cerrado con una explicación lógica. Las dudas de una novia frente a su inminente boda dan para revivir el pasado. Aunque me gusta la temática de fantasmas vista más desde el tema sobrenatural, me ha resultado muy acertado el enfoque realista y el final del relato, que se acercaba y no veía cómo podía ser, ha terminado siendo un acierto.

Chamberí, estación fantasma consigue recrear muy bien esa estación de metro. Logra mantener la atención sin caer en grandes escenas efectistas. Es un relato que desprende cierta nostalgia.

Almas en danza cuenta la forma de abrirse camino de su protagonista, desde lo más bajo hasta lo más alto de la sociedad. Una lucha en desigualdad, en la que no queda más remedio que jugar con las armas sucias que la propia sociedad emplea. El momento de la actuación de la protagonista en la casa del té es genial, con un lenguaje muy cuidado y lírico.

Remake cuenta muy hábilmente la historia de su protagonista, un afamado director de cine, usando para ello como escenario un cine y como medio una producción audiovisual en forma de curioso homenaje. La tensión se palpa en el ambiente, y el final no cae en lo típico y lo que me esperaba, así que me ha dejado buena sensación.

Santa Muerte nos presenta la lucha de una mujer en una sociedad desigual. Vemos cómo, al principio intenta luchar con las mismas armas de la sociedad, intentando abrirse paso y llegar alto, pero se topa con la hipocresía de la gente y termina entendiendo que debe adoptar otras reglas para plantar cara. Localizado en Latinoamérica, el lenguaje del relato ayuda mucho a la ambientación, y los personajes son muy palpables. Quizás lo que menos me ha gustado ha sido el final, quizás demasiado explicativo en sus últimas palabras. Aún así, este es uno de los relatos fuertes de la antología.

Un agujero en la tierra es una historia que invita al optimismo. También es una historia que invita a la reflexión sobre lo que es la naturaleza y la forma en que nos integramos (o más bien la adaptamos) con ella. Cuando tienes muy poco y lo pierdes, ¿es posible retomar una vida? Para las protagonistas de la historia sí lo es. Me ha gustado la ambientación en la época del salvaje Oeste y la forma de contar las cosas de la narradora en primera persona.

Un juego inofensivo es parecido a la historia de Ouija en cuanto a que se trata de un grupo de gente reunida en un espacio pequeño y que se encuentran con algo inexplicable. Sin embargo, me gusta más este relato, encuentro a los personajes más cercanos y definidos, y la atmósfera más inquietante. La explicación final da la oportunidad de quedarse entre la lógica y lo mágico.

El Círculo de los Viernes es para mí la joya de la corona. Un relato que destila Poe (sí, el autor) de principio a fin. Desde la obsesión de su protagonista por él hasta cada detalle del que está impregnado el relato. Consigue crear tensión, se hace ligero y te deja pensando en todo una vez terminada la lectura.

¿Recomendable? Son un conjunto de relatos en los que se mezcla lo real con lo fantástico sin grandes artificios, de forma sutil, lo que hace que ganen en verosimilitud y que empaticemos con unos personajes muy bien construídos. Se leen enseguida y varios de ellos dejan poso, se recuerdan durante un tiempo. Sin duda, es una antología de relatos muy recomendable.