lunes, 28 de octubre de 2013

La metamorfosis, de Franz Kafka

Le gustaba especialmente permanecer colgado del techo; era algo muy distinto a estar tumbado en el suelo; se respiraba con más libertad; un ligero balanceo atravesaba el cuerpo.



Portada del libro "La metamorfosis", de Franz Kafka

La metamorfosis es, sin duda, el libro más conocido de Franz Kafka. Es posible encontrarlo en numerosas ediciones de todo tipo, más o menos baratas, e incluso de forma gratuita en versión digital. Publicado en 1915, muchos han sido los análisis que se han hecho del mismo, llegando algunos de ellos a buscar algo de autobiográfico en el texto. Sea como sea, no deja de ser una obra a la que tenía curiosidad por leer, ya que, por mucho tiempo que pase, siempre sigo escuchando comentarios o referencias hacia ella.



SINOPSIS
Gregorio es un joven comerciante que, con su excesivo trabajo, se ocupa de mantener a su familia, compuesta por sus padres y su hermana menor. Un día, Gregorio se despierta tras un sueño intranquilo y descubre que está convertido en un gran insecto. Apurado por ello, intenta dejar pasar unos minutos, a ver si se le pasa ese estado. La familia, preocupada al ver que no sale a trabajar, se preocupa por su estado. La preocupación es mayor cuando el gerente de la empresa donde Gregorio trabaja, acude algo enfadado a ver cuál es el motivo de la ausencia en su puesto. Así, la familia deberá poco a poco asumir y afrontar la novedosa y extraña situación.



AUTOR
Franz Kafka (1883-1924) fue un escritor nacido en Praga, cuya obra ha tenido gran influencia general en la cultura y en la literatura. Su estilo se ha asociado al expresionismo, el existencialismo y el realismo mágico. Sus obras han sido y siguen siendo ampliamente analizadas. Entre ellas están El proceso, El castillo y El desaparecido, además de La metamorfosis, así como un gran número de relatos.



TRAS LA LECTURA
Con un lenguaje sencillo, y un ambiente totalmente cotidiano —todo sucede en la casa de una familia de cuatro personas, prácticamente entre dos habitaciones de esa casa—, La metamorfosis entra en el surrealismo desde su primera página, en la que todo empieza con Gregorio despertándose y convertido en un gran insecto.


En cuanto se da cuenta, Gregorio, continúa con el surrealismo en su comportamiento, al no alarmarse por su nueva situación. En su lugar espera que se le pase pronto y vuelva a ser alguien normal. Hace incluso planes para ir a su trabajo, tras unas horas.
Más que la absurda situación y su desarrollo, que no tiene demasiado de espectacular ni sorpresivo, lo que llama la atención es lo que subyace debajo de todo ello, debajo de las situaciones y los comportamientos de los personajes ante ellas.
La familia de Gregorio estaba toda a su cargo y, más que reconocérselo, lo cuidaban porque lo necesitaban, siendo su cuidado casi una exigencia. Se ve al principio, cuando al principio lo disculpan por sentirse indispuesto, pero luego hay tono de reproche en ellos al ver que Gregorio no sale de su habitación.

A la vez, este libro habla del acomodo de las personas ante circunstancias favorables. Ninguno podía trabajar cuando era Gregorio el que traía el sustento. El padre por mayor, la madre por enferma, la hermana por joven; pero, cuando la escasez empieza a aprentar, todos buscan la forma de conseguir dinero, encuentran un trabajo, piensan en alquilar habitaciones de la casa para huéspedes e, incluso, sale a relucir un dinero que se estaba ahorrando y del que el pobre Gregorio nada sabía, un dinero que le habría supuesto cambiar de trabajo a uno mejor, antes de lo que él mismo pensaba. En definitiva, individuos que parecían totalmente incapacitados, demuestran que no lo eran, y que pueden buscar y sacar recursos, que pueden subsistir por sí mismos.

Algo más inquietante es la lectura de la posición del individuo en la sociedad y, más aún, en la propia familia. Al principio, se intenta cuidar de Gregorio. Incluso intentando adivinar cuales serán sus hábitos alimenticios en esta nueva forma de insecto. Es un problema su estado, y se intenta normalizar la situación, incluso evitándolo, pero también se lucha por él. La familia, aunque sienta rechazo hacia su estado, también busca en cierto modo la comodidad de Gregorio. Lo sienten como víctima. Cuando pasa el tiempo y no se ve mejoría en el "enfermo", entonces el cansancio por la situación aparece. Las voces discordantes se alzan y, quien era víctima, quien sufría el mal, pasa a ser causante del mal y las víctimas ahora son los demás miembros de la familia, que incluso insinúan que Gregorio debería abandonarlos para no hacerlos sufrir más (cuando ¿quién puede sufrir más que aquel que se encuentra convertido en insecto, de la noche a la mañana, aquel que se encuentra aislado del resto?).

También se nota la forma de afrontar la situación de cara al exterior. En lugar de ir de frente, el hecho de que la propia familia no lo acepte, hace que quieran ocultar el problema, como si tapándolo, ya no existiera. Así, en lugar de defenderlo de otras personas ajenas a la situación, intentan hacer ver que no pasa nada y, si algo se descubre, la reacción es de vergüenza y de sonrojo, de sentirse culpables, como si alguien tuviera la culpa, como si Gregorio fuese una persona que se ha buscado sus propios males sin hacer nada por evitarlo.

¿Recomendable? Para una lectura de entretenimiento, la verdad es que no es un gran libro hoy en día. Pasada la sorpresa y la curiosidad inicial, el resto no destaca sobremanera. Esta es más bien una lectura para tomarse una pausa, bien durante la lectura o al final, para reflexionar sobre ella y, sobre todo (al menos para mí), para pensar en el comportamiento humano ante cualquier situación, por surrealista que sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario