martes, 17 de enero de 2012

La guerra de los lobos, de Henry Loevenbruk

Todas las cuerdas azotaron el aire en un solo segundo. Las flechas de los soldados de la llama se alzaron en el cielo como una nube de pájaros. Los tuazanos replicaron al punto. Las dos carreras se encabalgaron en un gracioso ballet. Después, se oyó el silbido de las flechas cayendo de nuevo.

Continúo reseñando la saga “La Moira”, que empezaba con La loba y la niña, y sigue con La guerra de los lobos. ¿Estará este libro a la altura del anterior?, ¿decaerá y no merecerá la pena? Voy a ello.

Portada del libro "La guerra de los lobos"
 Editorial: TimunMas

Fecha de publicación: 06/2007

Nº páginas: 288

ISBN: 9788448035631


Precio: 20€ precio de salida (yo lo compré por 5,95€ en Agapea)


SINOPSIS 

La joven Alea hace ya tiempo que dejó de ser la huérfana indefensa que vagabundeaba por las calles de Saratea. Desde que dejó su ciudad, no han dejado de pasarle cosas tanto a ella como a los que la acompañan. Al lado de su amigo Mjoll el enano y de Faith la trovadora, sigue a la búsqueda de los que se perdieron, a la vez que intenta evitar una guerra que parece inminente y en la que ella es de interés para ambos bandos. Por lo que es o por lo que puede ser.
La joven sigue aprendiendo cosas sobre sí misma y su nueva situación, sin darse cuenta del destino que está llevada a cumplir. Dispuesta a aprender, emprende un viaje a la biblioteca más grande del país, mientras huye de todos los que la acosan.


AUTOR
 Henri Loevenbruck nació en París en 1972. Cursó estudios literarios. Después de algunos trabajos relacionados con el periodismo y la música, a mediados de los años noventa, funda la Science Fiction Magazine junto a un amigo de la infancia. Tras ser redactor jefe de esta revista durante varios años, decide consagrarse a la escritura. Actualmente divide su tiempo entre las novelas y los guiones, y confiesa su inclinación por el thriller, la fantasía y la novela de aventuras.


MI OPINIÓN 
La loba y la niña fue un muy buen arranque para esta saga. Con ese libro, se nos presentó a una Alea que aún tenía más de niña que de mujer, y que se vio empujada por unos y otros a vivir de una forma determinada, y protegida en cierto modo “del mundo exterior” por sus más allegados.
Personajes
En este segundo tomo de la trilogía se ve un gran desarrollo en Alea. Aún sigue algo asustada y sin entender mucho de lo que le pasa y lo que siente, pero sí que empieza a crecer, a tomar consciencia y a asumir las cosas. Se la ve cogiendo las riendas, sin dejar que la protejan tanto y pasando más a la acción. Tanto que esto hace que quizás ya no se vea como tan cercana a sus amigos. Sigue habiendo una estrecha relación, pero su desarrollo interior ya no la hace esa “niña a la que proteger”.
Esta evolución de Alea, hace que otros personajes pierdan en gran medida su espacio. Es el caso de Mjoll, que pasa a ser un secundario gracioso, sin más. Ya no tiene peso en la historia, no es el protector de la niña, si no más bien es protegido.

Igual pasa con Faith, esa trovadora que tiene sus motivaciones para acompañarla, su venganza que cumplir y que queda relegada a un plano muy secundario.En cuanto a otros como Galiad y su hijo Erwan, se llegan a sostener algo mejor por su propio carisma, aunque también pierde parte de su papel.
A cambio hay algunos nuevos que aparecen tomando fuerza como el druida Finghin, que si bien al principio parece que va a tener su parte importante, a medida que pasa el libro esta sensación parece desvanecerse. Otros como Kaitlin y Mel, son unos personajes con buena personalidad y que caen bien desde el principio, pero que son quizás demasiado circunstanciales.

Paisajes, descripciones, batallas
El estilo del autor sigue siendo muy parecido al del tomo anterior, si bien si que nos encontramos con más viajes y descripciones, en las que Loevenbruck se desenvuelve bastante bien. Quedan pintados con gran detalle tanto los paisajes en los que pasa todo, como ciudades o construcciones. Y todo sin hacerse pesado ni caer en parrafadas enormes.

Los enfrentamientos, tanto las peleas como las batallas que hay en esta segunda parte, son también un detalle muy bueno del libro. Se explica con detalle las estrategias y las disposiciones de ambos bandos, el transcurrir de la pelea y los detalles que hacen que ésta se decante hacia uno u otro bando. Tanto del grupo (cuando lo hay), como de los individuos cuando el enfrentamiento es más personal y cuerpo a cuerpo.

Acontecimientos
Sigue estando todo narrado en el mismo estilo que _La loba y la niña_. En cada capítulo no se sigue sólo un hilo argumental, sino que se dan saltos de un punto a otro para ir desarrollando paralelamente los frentes abiertos en la historia, para que el lector sepa qué piensa cada bando y qué acciones está dispuesto a tomar.
Esto hace que no llegues a aburrirte en ningún momento y te mantiene a la expectante, pues sabes que en cada salto va a pasar algo determinante.
Sí he notado la complejidad de Gaelia en cuanto al “politiqueo” y las relaciones entre reinos y bandos. Donde todo está calculado, todos tienen sus intereses y los reinos no son elementos pasivos, sino que obedecen a las ambiciones o a la forma de ser de sus gobernantes. A alguien puede aburrirle todo esto, si tenemos en cuenta que lo que le pasa a Alea y su destino, su persecución por Maolmorda, el druida renegado que se presenta como el gran malísimo de la historia, es quizás la parte más emocionante.

Aunque no tantas como al principio, en el primer libro, también se presentan aquí algunos descubrimientos nuevos a la vez que se adivinan algunos escondidos que espero se resuelvan en el tomo final. Aunque sí que llega la pregunta de si no habrá demasiado poco para que siga con interés la tercera parte.
Sigue siendo un tomo que no es autoconclusivo. Retoma la historia donde quedó antes y la deja abierta para que continúe en la siguiente novela, pero sí que tengo que decir que la forma en que quedan las cosas, el terminar en esta parte es muy buena, quizás mejor que en La loba y la niña.

En conclusión, hay algunos aspectos que no me han gustado, como el peso que pierden algunos personajes a los que les había cogido cariño y esperaba más de ellos, y el distanciamiento de Alea con los demás hasta provocar recelos en sus compañeros a veces. Sin embargo esta segunda parte también ha sido muy rápida de leer (lo que habla bien del libro) y me ha resultado emocionante. Pierde algo con respecto a la primera, es mi sensación, pues esperaba también que Imala la loba se afianzase aquí más. Era un punto fuerte con el que todo empezó, el posible destino unido de Alea y la loba blanca, pero sin embargo parece que habrá que esperar al final de la historia para descubrir el por qué de la relación entre ambas.

Otras obras del mismo autor reseñadas:


2 comentarios:

  1. Me alegra mucho encontrarte aquí también, ya tienes una seguidora más. En cuanto a la novela, ahora mismo no me apetece nada meterme en trilogías, pero no la descarto para un futuro.

    Un beso!!!

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    1. ^^ Gracias por hacerte seguidora, aunque aún no manejo muy bien esto...poco a poco :P
      Espero no tardar mucho en publicar la reseña del tercer volumen de la trilogía, por si sirve para decidirse o no por la saga a alguien. Besos!!

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