lunes, 1 de abril de 2019

Dark Hearts - Antología gótica, de VVAA

Un hombre sin fe puede verse tentado de caer en los reclamos de las dudas que no tienen en cuenta la razón.

Portada del libro "Dark Hearts. Antología gótica", de VVAA

Editorial: Nowevolution

Fecha de publicación: 2017

Páginas: 80

Precio: 15,95€

Nº de tomos: 1




¿QUÉ ME HA PARECIDO?
Las historias principalmente me dejan la sensación de ser demasiado cortas. Me gusta mucho la idea de historias góticas y, aunque lo compré pensando que eran relatos, me entusiasmó también el que fuesen en forma de cómic, pues los estilos y la calidad en los dibujos son de quitarse el sombrero. Pero si me quedo con la narración en sí, a todas les habría faltado algo más de extensión, aunque algunas se han ajustado bastante bien a las pocas páginas de las que disponían.

Quizás en lugar de 80 páginas habría de haber tenido 160, aunque el precio hubiese pasado a rondar el doble, ya que hablamos de cómic en color, pero las historias sin duda lo habrían agradecido, no quedaría la sensación de precipitación en algunos finales o de que hay mucho más donde indagar. Claro, apenas puede haber desarrollo en los personajes o trasfondo en las tramas. Aún así, no se puede negar que los guionistas también han hecho un buen trabajo. Debe ser difícil sintetizar tanto, sin duda.

Un poco de cada historia:

Sangre inocente (de Roberto Corroto, Lara Barón, Pat Carrillo), ambientada en la actualidad muestra la cara más oscura del ser humano, su codicia y su avaricia para conseguir éxito. Aunque no es mala historia, le he visto venir el final y eso no me ha dejado disfrutarla tanto.

El beso (de Paco Hernández, Adrián Gutiérrez, Álex Segura) se basa en un amor prohibido pero que, además, es el primero. El que no se olvida. La historia crea su propia leyenda negra que los autores han sabido resolver en el final de forma muy buena. Una de las mejores historias en mi opinión.

La muerte es un deber (de Juan Luis Iglesias, Miriam Jordán) es una de las que va directo al grano y en la que conforme se nos presentan los hechos vamos un paso por delante sabiendo lo que vendrá. Sin embargo, al ser formato corto, resiste hasta llegar al final.

El incrédulo (de Fátima Fernández, Ismael Canales) es de las más cortas. Sin embargo, sabe jugar con el doble sentido y la ambigüedad para meternos en una sesión de espiritismo que removerá la conciencia de uno de sus protagonistas.

Quizá una lágrima (de Álex Ogalla, Paco Zarco) es una historia que, si bien no me entusiasmaba, tiene un final que la agranda y lo hace más por haberlo hecho tan concreto y justo en la última viñeta. Un detalle que, sin duda, hace que el relato quede en el recuerdo tras haber terminado el libro.

El legado (de David Braña, Vanessa Durán) es la que más me ha gustado en cuanto a dibujo. Presenta a una chica que encuentra un salvador y, a partir de ahí, la inactividad nos hace sospechar de todos. El final no es el más original, pero es bastante correcto y cumple con la historia.

Rito de paso (de Adolfo R. Taboada, Juan Martínez Alarcón, Carlos Ríos) es el que deja más claramente un final abierto a continuación. Crea un grupo que apenas vislumbramos pero en el que se ve mucho potencial para historias de aventuras. Una historias que deja un buen sabor de boca para cerrar esta antología.

En definitiva, una antología de la que debería haber habido continuación (espero que la editorial se lo plantee) y que le de algo más de sitio a las historias, quizás con más páginas en el libro o con menos relatos para así tener más espacio entre los que entren dentro. Me ha gustado leerlo y disfrutarlo. Hay calidad entre los creadores patrios y este tomo es una buena muestra.

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