miércoles, 6 de abril de 2016

Las aventuras de Bill el Largo, de Edgar-Max

Así fue como conocí al hombre de los cuchillos. Así conocí a Bill el Largo.

Portada del cómic "Las aventuras de Bill el Largo", de Edgar-Max
Editorial: Saco de Huesos

Fecha de publicación: 2015

Páginas: 98

Precio: 10€

¿Dónde comprarlo? Web editorial



SINOPSIS
Las aventuras de Bill el Largo son una serie de historias cortas que cuentan diferentes momentos de la vida de Bill, un personaje con mucho ron y muchas historias a su espalda, incluso desde su niñez.


AUTOR
(de la web de Saco de Huesos)
Edgar-Max (1980) es guionista y dibujante de cómics. Licenciado en Historia por la Universidad de Zaragoza, sus intereses engloban todas aquellas cosas entre el Cielo y la Tierra que no ha soñado vuestra filosofía.


TRAS LA LECTURA
Bill es un personaje con vida, personalidad, leyenda, carisma y halo a su alrededor. Un halo a veces heróico, otras de perdedor, pero siempre reconocible y suyo.

Es un personaje bien palpable y tiene un magnetismo que, ya sea el protagonista o el secundario de la historia que se cuenta, siempre se hace notar y se echaría en falta si no estuviera. Es ese tipo que hace que quieras leer más de él cuando la última página pasó y aún perdura en tu memoria. El tipo del que te gusta escuchar sus aventuras, sean verdad o inventadas y con el que te irías a vivirlas.

El dibujo va desde unas viñetas más sencillas hasta otras más recargadas y con tramas que ayudan a dar el ambiente oscuro de ciertas historias.

El cómic rezuma salitre, ron, olor a madera, a velas hinchadas, sudor de marineros, sangre sobre acero, óxido, valentía y honor. Compuesto por varias historias, por sí solas pueden parecer poca cosa. Pequeñas píldoras que nos hacen pasar un buen rato, de las que se puede sacar el entretenimiento momentáneo de la lectura o alguna reflexión más allá de ello. No obstante, reunidas todas en "Las aventuras de Bill el Largo", cobran otro sentido y son más que pequeñas historias. Cada una aporta algo más, cada una se acoge con más ganas que la anterior y, cuando te quieres dar cuenta, eres parte de esas aventuras. 

Genial el juego del autor en la última historieta, "Ajuste de cuentas", en la que rinde homenaje a algunas de sus fuentes de inspiración.

Destacaría los diálogos reposados, en los que los personajes exponen su interior. No sólo Bill, sino los antagonistas que se encuentra o los secundarios con los que comparte escena. Son, en esas conversaciones más reposadas, más intimistas, en las que los personajes exploran mejor su interior y crean unos momentos magnéticos, en ocasiones con la sonoridad de las palabras de los marineros, de gente que está de vuelta de casi todo y, a la vez, quiere exprimir más su mundo (o su viñeta).

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