martes, 12 de noviembre de 2013

El Enviado, de Joe Álamo

El efecto inmediato que tiene la muerte entre los que asisten a ella es el silencio. Un silencio estrecho, profundo y agudo como el dolor de un pinchazo inesperado.



Editorial: Kelonia
 
Fecha de publicación: 10/2013
 
Páginas: 148
 
ISBN: 978-84-941043-5-0
 
Precio: 11,95€





AUTOR
Joe Álamo es un escritor que destaca en el género de terror. De hecho, es miembro de Nocte, la Asociación Española de Escritores de Terror. Ha publicado en varias antologías y revistas del género. Su primera publicación en solitario, fue El enviado, editada en 2007 por AJEC y reeditada en 2013 por Kelonia en una magnífica edición que incluye además dos relatos inéditos. A este trabajo le siguieron Penitencia (2009), Tom Z. Stone (2011) y Tom Z Stone 2: Let it be (2012).


TRAS LA LECTURA
El enviado es una antología de relatos que se tiene aires de novela. Y es que hay un hilo conductor, ese Enviado, que junto a sus características va a ser el nexo común en cada una de las historias del libro. Los relatos tienen la peculiaridad de que sus protagonistas, excepto en dos o tres de los relatos, suelen ser personas cercanas, que cualquiera podríamos conocer, pero que internamente tienen algún conflicto, bien por la situación que viven, bien por los fantasmas que arrastran del pasado. Todos tienen algo enquistado, alguna carga que les hace desear cambiar parte de su historia. Y esta vez, esos deseos pueden tomar forma gracias a ese Enviado que se cruza en sus caminos, y que tiene una misión.

Los personajes al ser cercanos se hacen creíbles, no son héroes ni heroínas, sino personas anónimas. Además el autor tiene el acierto de darnos a conocer sus circunstancias personales, parte de sus historias, quienes son y por qué son cómo son. Esto crea enseguida un sentimiento de empatía (o desagrado, en algunos casos) hacia el personaje, y despierta un interés que nos hace querer seguir leyendo, saber lo que les pasa.

El estilo es directo, sencillo y claro. En un par de frases el autor es capaz de describir a un personaje y conseguir que nos hagamos una idea perfecta de cómo es. Los diálogos, totalmente creíbles en boca de sus personajes, nos acercan aún más a la idea de cotidianidad, a pesar de los sucesos fantásticos, cotidianidad que termina de cerrar ese bar El Piojoso, escenario que se repite en varias de las historias y del que podemos reconocer elementos que hemos visto seguro en algún bar que hayamos visitado.

A continuación, un breve comentario sobre cada relato.

Roger. El poder, es un relato que empieza fuerte la antología. Lleno de imágenes contundentes y en un escenario post-apocalíptico muy atrayente. Además, cuenta con personajes, primero el mendigo que va pidiendo algo de comida, luego el señor de la casa con su imponente figura, que sostienen muy bien la acción entre ambos.

Conrado, El negocio está ubicado ahora en una época más actual, con un tipo, Conrado, que ha tenido muy pocos escrúpulos en su vida y representa el perfecto ejemplo de "pisotear para trepar". Conrado se encuentra con alguien que le propone un negocio muy curioso. Este relato quizás ofrece demasiados datos de la historia de Conrado, cuando lo que más queremos es saber sobre ese negociador. Aún así, se lee muy bien y mantiene el interés.

Jaime, El Señor de los Caramelos es una historia bastante cruda. De la mano de su sobrino Dani, conocemos cómo se las gasta Jaime, por el que vamos sintiendo una animadversión que crece con cada página que pasamos. El final, enlaza claramente con el primer relato y no damos cuenta de que hay un hilo común en esta antología que puede resultar muy interesante.

Matías, Ángel de la guarda es una historia en la que dos amigos se reencuentran. Matías, esa buena persona a la que parece que la vida le sonríe, está preocupado por su ángel de la guarda. El final se lee con una sonrisa, y es que el relato destila cierta mala leche en su final.

Luis, El comienzo de la partida recupera a los personajes anteriores y añade a Luis. Vamos viendo la conexión entre todos los relatos en un buen relato en el que la tensión va subiendo a la vez que sube de tono una partida de póker que protagonizan un grupo de amigos.

Paco, El incidente, vuelve al famoso bar de Paco, de la mano de un reportero que investiga los hechos pasados en el relato anterior. Un relato tranquilo y ligero que muestra sus cartas hacia el final, enlazando de nuevo con el denominador común que une las historias.

Las madres, El nódulo, es un relato en el que subimos en altura, cogemos perspectiva y vemos todo desde un punto de referencia más amplio. Es una forma curiosa de cerrar interrogantes abriendo a la vez otros nuevos. Nos da más datos sobre algunos hechos y personajes, pero a la vez nos abre de nuevo la curiosidad y nos muestra la dimensión que tiene todo.

Beatriz, Una historia de amor nos cuenta de la mano de la propia Beatriz los hechos que le han pasado en su vida, desde el momento en el que habla con un raro personaje, retrocediendo a su niñez, y hasta años más tarde, cuando su vida cambia a mejor. Tiene muy buen comienzo, mostrándonos una pesadilla recurrente que tiene Beatriz y que nos muestra que algo hay tras esa seguridad que parece mostrar. Luego todo el interés y el peso recaen sobre la persona que se encuentra, y prepara en su final el camino para el siguiente relato.

Las madres, Conclusiones es, como si dijéramos, el relato que cierra el círculo, que completa la historia y que nos da unas pocas más pinceladas desde aquella perspectiva alejada que vimos dos relatos atrás, y que termina ofreciéndonos una bonita enseñanza a modo de moraleja.

Dos historias reales del Piojoso. El de verdad. Son dos pequeñas historias inéditas que, tras leerlas ambas, consiguen sacarnos una sonrisa al mostrarnos de forma muy ingeniosa y divertida la idiosincracia del bar desde el punto de vista de dos clientes.

¿Recomendable? Sí, la sensación que queda tras cada relato y tras leer el conjunto es de que hemos hecho una buena lectura. Quizás cabe incluso la impresión de que hemos visto una pequeña parte de un todo  mucho mayor, que podríamos seguir leyendo más relatos y conociendo más de ese personaje tan atrayente y con tanto magnetismo como tiene el Enviado. Aunque también podemos imaginarlos y fantasear con que se cruzara en nuestros caminos, ¿de verdad querríamos que se cumplan nuestros deseos?

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