Penitencia, de Joe Álamo

Han sido días de sangre y satisfacción. Cuatro sacrificios. Cuatro templos hollados. Cuatro mensajes.

Editorial: AJEC 

Fecha de publicación: 2009 

Páginas: 224 

ISBN: 978-84-96013-95-7

Precio: 14€

AUTOR

Joe Álamo es un escritor mayoritariamente de género de terror. De hecho, es miembro de Nocte, la Asociación Española de Escritores de Terror. Ha publicado en varias antologías y revistas del género. Su primera publicación en solitario, fue El enviado (2007), a la que siguieron Penitencia (2009), Tom Z. Stone (2011) y Tom Z Stone 2: Let it be (2012).

SINOPSIS

El inspector Aguirre es designado por la Agencia para investigar el caso de El Segador, un asesino en serie que actúa de forma muy violenta, dejando siempre escrito un mensaje extraño con la sangre de sus víctimas.

Por otra parte, el asesino en serie parece tener un plan bien delineado. Sabe lo que debe hacer y cómo hacerlo. Él es sólo el Segador, el ejecutor, pero el plan lo dicta su amo, Él.

TRAS LA LECTURA

La forma de escribir es cercana, usando un lenguaje cuidado, pero sencillo, con un narrador omnisciente muy próximo al personaje, que incluso a veces le da voz y nos hace llegar sus pensamientos a medida que se desarrollan los acontecimientos. Es casi como un diálogo del personaje con la acción, lo que funciona mejor que cualquier descripción y nos da la mejor idea posible de cómo es internamente. Entre sí, los personajes interaccionan con unos diálogos que son abundantes en el libro, y que son también sencillos a la vez que muy ágiles. Es uno de los puntos fuertes de este libro, unos buenos diálogos.

Otro aspecto del libro a la hora de tratar a los personajes es la forma que tiene el autor de presentarlos, incluso después de que hayan entrado en escena. Más bien es cuando llega su momento crucial, su punto álgido en la historia, cuando el autor nos deja esperando un poco y nos cuenta de dónde viene ese personaje, desde sus inicios, con todas sus virtudes y, sobre todo, sus miserias y sus secretos. Me ha gustado este toque particular.

Si bien he dicho que el lenguaje y los diálogos son sencillos, hay un elemento nada sencillo en este libro, y este es su historia, que se torna algo retorcida. No porque sea difícil de entender, ni mucho menos, sino porque a medida que va avanzando, nos damos cuenta cómo poco a poco piezas que nos parecían inconexas, van encajando entre sí, para más adelante, encajar con una nueva pieza. Nos parece que tenemos la visión de todo lo que está pasando, pero en realidad no tenemos más que una parte, que se va encajando con la siguiente, y no es hasta el final cuando nos damos cuenta del juego al que nos ha llevado el autor con la historia.

Había una parte en la que leía y pensaba que pasaba algo raro con un par de personajes de los que se nos daban algunos datos curiosos que no terminaban de estar claros (quien lo haya leído entenderá), que el autor escondía algo pero quizás no con mucho tino, y al terminar el libro me he dado cuenta que era más bien la mano que mueve el mago para distraer del truco final, que en lo que yo pensaba era algo que estaba ahí y no importa tanto si el lector entiende qué pasa con esos personajes, porque el truco se está realizando en otra parte.

Sí que he echado de menos que se extendiera un poco más en los hechos que lo desencadenan todo. Si no al principio, por no fastidiar la sorpresa, sí al final. Con una especie de epílogo que vuelva de nuevo al inicio y cuente las cosas sin guardarse nada, que haga una "vista de pájaro" sobre el conjunto. Sobre el lugar y los personajes.

¿Recomendable? Es una lectura ligera, que consigue contar una historia compleja de manera que parezca sencilla. Es un puzzle que sabemos que está ahí pero no terminamos de ver venir. Me ha gustado leerlo, desde luego.