Ten cuidado con las mujeres. Ten cuidado con los hechiceros. Ten cuidado con las mujeres que son hechiceras.
Fecha de Publicación: 09/2006
Páginas: 272
ISBN: 9788448035495
Precio: 16.5€ (es el precio individual, se puede conseguir toda la trilogía por 29€)
¿Dónde conseguirlo? En Casadellibro.
SINOPSIS
La
guerra entre los dos bandos terrarcas es inminente. En medio de ellos,
el reino de Kharadrea se mantiene en parte imparcial. Es un punto
estratégico que puede decidirlo todo.
Cada bando pretende ganarse
los favores de Kharadrea, pero entonces, el hechicero lord Ilmarec,
tutor de la reina, la secuestra en la torre que preside el reino y toma
el mando.
Ilmarec no pretende negociar con ninguno de los dos
bandos que planean la guerra, en su lugar les pide que se retiren de sus
territorios y no se atrevan a cruzarlos, o las consecuencias serían
terribles.
En medio de todo este asunto se encuentran el Mestizo,
Comadreja y el Bárbaro, que siguen a su ejército después de la aventura
anterior, en las minas del dios araña.
AUTOR
William
King nació en Escocia en 1959. Estudió Filología en la Universidad de
Edimburgo donde descubrió el juego de Dragones y Mazmorras y se
entusiasmó con él.
Después de dedicarse a los trabajos más
variados, su pasión por la escritura y los juegos lo llevó a trabajar
para Games Wokshop. También ha montado su propia empresa, ha escrito
cómics y ha diseñado algún juego.
Es un escritor muy reconocido
por estar especializado en el universo Warhammer y destacan varias de
sus obras, entre ellas esta Trilogía Terrarca que nos ocupa.
MI OPINIÓN
Si bien empecé el primer volumen de la trilogía, Los ángeles de la muerte,
con cierta reticencia inicial. A medida que esta reticencia
desaparecía (ya desde el primer libro), he pasado a devorar capítulos
sin poder parar.
Creía que no podía quedar mucho más
por conocer, ya que en el primer tomo se cuenta casi todo de los
personajes, pero me equivocaba. Siempre hay más. Aún ahora creo que
difícilmente hay mucho más para el tercer tomo, pero no me voy a dejar
engañar dos veces y voy a pensar que sí que hay. Espero que no me
defraude.
Empezaba este segundo volumen con algo
extraño: al Mestizo, se lo llamaba por su nombre real, Rik, en lugar de
por su apodo. No me gustaba este cambio, ya que lo había conocido como
Mestizo y muy pocas veces se le había llamado por su nombre en el
primer libro. Si la cosa iba a cambiar así, de buenas a primeras, me
parecía un cambio algo brusco y que no me gustaba. Por suerte luego
cambia un poco y sus compañeros del ejército lo llaman como siempre.
Son sólo algunos terrarcas los que lo llaman Rik, y también el
narrador, que lo hace con más frecuencia que antes.
Salvado
este primer escollo, todo sigue igual en cuanto a los personajes. Me
va a costar dejarlos atrás cuando todo acabe. Es cierto que el Mestizo
tiene casi todo el protagonismo, pero lo veo necesario para su
desarrollo personal y para el transcurso de la historia. Lo malo aquí es
que empiezan a haber cada vez más secretos con sus amigos y ésto hace
que el protagonista se aisle un poco, y para el lector los secundarios
pierdan algo de fuerza y de presencia. Lo he visto en otras novelas y
no es algo que me guste demasiado, pero por suerte aquí la calidad
general no decae demasiado por este hecho. Por otro lado, las
apariciones de los demás, aunque menos frecuentes, conservan toda su
esencia y su simpatía.
Hay nuevos peligros, de esos
que parecen insalvables. De esos que me quedaba menos de la mitad del
libro por leer y pensaba «no puede ser que con las páginas que quedan
esto se resuelva de manera decente». Pero sí, lo hace y de manera muy
decente. Mi sensación crecía además al ver que no es que no se
resolvieran, sino que las dificultades iban aumentando a veces, con lo
cual no veía escapatoria posible ni solución alguna al peligro que se
narra en la historia. Lo bueno es que, acabe bien o mal (esto no lo voy
a decir, pero no hay que pensar que todo puede salir bien, ya en el
primer tomo murió el mejor amigo de Mestizo), todo lo referente a esta
aventura queda explicado al final del libro.
El estilo
sigue en su línea. Directo, primando la acción y con descripciones muy
buenas, pero no muy largas. Con párrafos, eso sí, algo reflexivos en
los que conocemos los pensamientos y el interior de los personajes, su
forma de sentir según el curso que toman los acontecimientos. A veces
cambiando el foco de atención de un personaje a otro, dentro del mismo
capítulo, de forma que mientras leemos tenemos la sensación de que todo
va avanzando en paralelo y no nos perdemos detalle.
No
puedo decir más que este libro me ha gustado muchísimo. Me ha hecho
sonreír, me ha puesto a prueba los nervios cuando las situaciones se
hacían desesperadas, y me ha tenido con la vista pegada a sus páginas.
Aunque una vez más no he sentido que es el típico libro que te coge y
no te suelta, pero en esta ocasión se le ha parecido más que en el
primer tomo. De hecho, fue terminar esta reseña e irme a por el tercero.
Otras obras del mismo autor reseñadas:
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