lunes, 14 de mayo de 2012

Colmillo Blanco, de Jack London

Si el lobezno hubiera tenido el cerebro de un hombre, hubiera definido la vida como un apetito voraz y el mundo como un lugar donde se desplazaban una multitud de esos apetitos, perseguido y siendo perseguido, dando caza y siendo su víctima, devorando y siendo devorado; en el que todo ocurre ciega y confusamente, con violencia y desorden, un caos de glotonería y de sangre regido por la casualidad, sin merced, plan o fin.



Portada del libro "Colmillo Blanco"
Numerosas son las ediciones de este gran clásico (clásico moderno que dirían algunos, que consideran los grandes clásicos obras como la Ilíada o la Odisea), por lo que, saltándome la costumbre que vengo estableciendo en el blog, de dar los datos del libro como su ISBN, su número de páginas, su precio, o su editorial, os diré que Colmillo Blanco es un libro que viene sobreviviendo bien, y del que podéis conseguir fácilmente una edición, ya que las hay de varias editoriales (Anaya, Bruño, Alianza Editorial....). Como pequeña anécdota, decir que en la mayoría de las ediciones (y de las versiones en película y animación), se presenta en portada una foto de un lobo que pretende ser colmillo blanco, pero que ya desde el color del pelaje va desencaminada, pues en el libro se describe al animal como un lobo gris, no como uno blanco.


SINOPSIS
Colmillo Blanco cuenta la historia de un lobo. Pero no de uno normal y corriente, sino de un lobo entre hombres. De un lobo que procede de la salvaje naturaleza y que va a dar con la salvaje humanidad. Desde la historia de la manada de su madre, avanzaremos por sus orígenes para conocer el nacimiento del lobo, su infancia y su desarrollo de la mano de aventuras que mucho tienen que ver con el encuentro del ser humano en su camino. Colmillo Blanco tiene una gran particularidad, y es que su madre era mitad perro, mitad lobo; por lo que en la naturaleza de este animal, conviven ambos caracteres condicionándolo de forma única.



AUTOR
Jack London (1876-1916) fue un prolífico escritor estadounidense, que dio vida a más de cincuenta libros. Se dice que Jack se autoeducó leyendo libros en la biblioteca de San Francisco, ciudad en la que nació, y que cogió inspiración para su propia vida al leer un libro que contaba la historia de un joven campesino italiano sin estudios que llega a alcanzar fama como compositor de ópera.
Después de trabajar en un molino y en una central eléctrica, comenzó una vida de vagabundo. Terminó por unirse a los buscadores de fortuna, en plena fiebre del oro y pronto comenzaría su carrera literaria.
Entre sus numerosas novelas se encuentran La llamada de la selva, El lobo de mar, Colmillo Blanco, o Jerry de las islas.


TRAS LA LECTURA
Tengo que reconocer que tengo una carencia con algunos clásicos que quiero resolver. Historias que siempre me han llamado la atención, aunque no las conocía más que de oídas o por adaptaciones y no por su fuente original. Estoy poniendo remedio a eso. Casi siempre es garantía de calidad echar la vista atrás a los clásicos, que por algo lo son.

Lo cierto es que al principio el libro no me convenció mucho en sus primeras páginas. Su comienzo, llevado de la mano de los dos hombres a través de la nieve, me resultaba a ratos intrigante, a ratos algo soso, aunque eso sí, siempre muy descriptivo, muy gráfico. Para mi el libro coge su mayor fuerza en cuanto deja al hombre atrás para centrarse en la madre de Colmillo Blanco y en la vida de los lobos. Y, una vez que nace el protagonista, aunque luego vuelve el hombre, el libro ya no decae en interés de ningún modo.

Son muchas las sensaciones que me ha provocado y se que no le voy a terminar de hacer justicia en esta entrada, así que lo digo desde ya para que quede bien claro: leedlo.
Se desprende un amor hacia los animales muy grande. La forma de Jack London de describir al lobo y su vida en la naturaleza, su forma de vivir, de pensar, de sentir, nos lo acerca irremediablemente y crea una empatía con el lector que ya quisieran conseguir muchos otros autores para sus personajes. En ocasiones las descripciones, me han recordado a aquella forma de contar la naturaleza y sus historias, que tenía Felix Rodríguez de la Fuente (aprovecho para recomendar también la serie de sus documentales, una joya aún hoy que hay mejores cámaras y técnicas para grabar). Decía que me recordaba la narración a la de Rodríguez de la Fuente, por la proximidad que hace del animal, convirtiéndolo en protagonista, creando interés por su historia y describiendo sus instintos y comportamientos con total naturalidad, de forma que creo que sólo puede hacer alguien enamorado de los animales (o mucho me ha engañado el señor London), y que transmite ese cariño por la naturaleza.

Hay momentos en los que lees con rabia pasajes del libro. Rabia mezclada con impotencia y con vergüenza, mucha vergüenza, porque reconoces al ser humano en comportamientos que por desgracia, a veces se tiene con los animales, haciendo que lo de «humanidad» le quede bien grande. Es uno de los motivos por los que creo que todo el mundo debería leer este libro: para sentir esa vergüenza y concienciarse un poco (que tristemente aún hace falta, a pesar de los años que hace que fue escrita esta historia).

Este libro se ha recomendado a lo largo de los años también a los jóvenes, pues, a pesar de la crudeza de algunos de sus capítulos, está lleno de valores. Como los ya mencionados, y como los de aceptación de seres distintos, colaboración (y no siempre enfrentamiento) entre ellos, bondad, redención y la ocasión de segundas oportunidades. Pasaría a explicar y a explayarme sobre cada una de ellas, pero me temo que quizás pudiera destripar más de la cuenta sobre el libro (espero no haberlo hecho demasiado hasta ahora), y nunca me ha gustado hacerlo en mis reseñas.

Como creo que ya he mencionado, hay varias adaptaciones de la historia tanto en formato de película como en animación. He de reconocer que no he visto ninguna, pero que seguramente lo haré en breve, aún temiendo encontrarme la típica desazón de ver que la adaptación no le hace honor al original.

Para terminar, vuelvo a recomendar encarecidamente la lectura de este libro. Para los más jóvenes y para los no tan jóvenes. No lo dejéis escapar, es un clásico por méritos propios. Muchas veces nos dejamos llevar (y saturar) por las novedades editoriales que son inabarcables e insaciables, y dejamos de lado lecturas que son una joya, como esta que presento hoy.

3 comentarios:

  1. Todo un clásico que recuerdo de mi infancia.
    Gracias por hacer que mire atrás con cariño
    Besos

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  2. Gracias a tí por pasarte por el blog =)
    Iré rescatando más clásicos conforme vaya leyéndolos, aunque no de todos me atrevo a hacer reseña :P

    Besos

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  3. Amigo Luciano,
    gracias por pasarte por el blog. He tenido que borrar tu comentario porque incluye enlaces y no puedo verificar cada enlace que pongan en los comentarios para saber si va a un sitio seguro o no.

    Por favor, los comentarios sin autopublicidad o enlaces.

    Saludos

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