jueves, 8 de marzo de 2012

La noche de la loba, de Henry Loevenbruck

Asistir todos juntos a la ejecución de quien los había hundido aún un poco más en aquella pesadilla era, no cabía la menor duda, una manera de sentirse unidos, de redefinir posiciones. Compartir la historia y aliarse de nuevo en el dolor y la indignación. Pero no aún en la esperanza.


Y toca ahora hablar del tercer y último tomo de la trilogía “La Moira”, que empezaba con las vivencias de Imala, una loba blanca, y de Alea, una niña ladrona que vivía vagabundeando a las afueras de la ciudad de Saratea y que encontró algo que hizo que todo el país se sumiera en una época nueva.

Podéis encontrar reseña del primer tomo aquí, y del segundo aquí.

Portada del libro "La noche de la loba"
Editorial: TimunMas

Fecha de publicación: 11/2007

Nº páginas: 288

ISBN: 9788448035648

Precio: 20€ precio de salida (yo lo compré por 5,95€ en Agapea)



SINOPSIS
Es difícil hablar un poco del argumento del tercer libro de la saga y no soltar ni un pequeño spoiler, así que aquí si que irá alguno.

Después de algunas batallas y de sobrevivir a varios de sus enemigos, el grupo de Alea y sus amigos han de seguir adelante. Ahora con una niña firme y convencida de lo que es y de quién es para la historia y dispuesta a cumplir su papel.
El país de Gaelia mientras, sumido en una especie de caos y de carrera por ver quién descubre antes el punto débil del otro y atacar ahí para hacerse con el poder.
Todo queda dispuesto para ver si existen las profecías que una vez se nombraron y que han de cumplirse, o si todo eso no era más que un cuento de un druida del pasado.
Tuazanos, druidas y humanos pelean por el poder, mientras el ejército oscuro de Maolmorda sigue actuando desde las sombras. Mientras, la loba Imala parece que ha encontrado algo de tranquilidad y de reposo.


AUTOR
 Henri Loevenbruck nació en París en 1972. Cursó estudios literarios. Después de algunos trabajos relacionados con el periodismo y la música, a mediados de los años noventa, funda la Science Fiction Magazine junto a un amigo de la infancia. Tras ser redactor jefe de esta revista durante varios años, decide consagrarse a la escritura. Actualmente divide su tiempo entre las novelas y los guiones, y confiesa su inclinación por el thriller, la fantasía y la novela de aventuras.



MI OPINIÓN
La loba y la niña, el primer tomo de la trilogía, tuvo un comienzo buenísimo, con unos pasajes muy bonitos y que planteaba una historia que podía ser espectacular, con personajes y secundarios muy cercanos.

Todo continuaba en La guerra de los lobos con un título que prometía acción y que efectivamente, tenía acción y, aunque no tan bueno como el primero, sí que se sostenía bastante bien. Con algunos puntos en contra como la pérdida de protagonismo de personajes secundarios, pero con otros puntos a favor como la cantidad de misterios que aún quedaban por desvelar.

Aún quedó parte (o todo, que dirían algunos) por resolver en este tercer tomo, La noche de la loba, que yo diría que sigue más la línea del segundo que del primero.
Puedo decir así, después de terminar esta trilogía, que es una saga que empieza apuntando muy alto pero que decae un poco en su continuar, aunque no tanto como para llegar a decepcionar del todo. En su conjunto diría que es una buena saga y que he disfrutado leyéndola. Es decir, no es que decaiga y acabe siendo mala saga, sino que la primera parte es tan buena, que el resto (aún siendo buenas también, pero no tanto), no llegan a su nivel.


En cuanto a personajes, este tercer tomo sigue con los defectos que le vi al segundo, y es una protagonista, Alea, que si bien gana mucho en personalidad y tiene un desarrollo evidente, también es cierto que se distancia algo de sus amigos más cercanos y ese distanciamiento lo siente también el lector. A la vez, esa pérdida de protagonismo de sus amigos, hace que con algunos te preguntes qué hacen ahí (por suerte, otros si son de ayuda en el transcurrir de la historia).
Ganan quizás más peso los personajes terciarios, que diría yo. O sea, personajes no tan cercanos a la protagonista, pero que llevan otras tramas argumentales hacia delante, como los condes de Gaelia que planean las tácticas de futuro para sus reinos.

Es este un punto interesante, el ver el sistema político de todo un país dividido en reinos, con unos gobernantes que cada uno tiene su propia forma de ser, y que busca de esa forma o bien la ambición por extenderse, o la venganza ante afrentas pasadas, o bien el aislarse e intentar ser neutral para disfrutar de una vida cómoda. Es sin duda interesante el descubrir todo esto y pensar que ciertamente no hace tanto todo pudo ser así, y que (salvando las distancias), ahora también habrá algo parecido en cuanto a políticas entre países.
Sin embargo, aunque no llega aburrir, si que hubiera preferido que siguiera con más peso la parte mágica o de novela de fantasía, que esa parte más real y más pegada a los hombres y a sus ambiciones de gobierno.

Y es que en esta tercera parte, tiene mucho peso el futuro del país. Todo lo que se hace se ve que va a tambalear los cimientos establecidos y a cambiar radicalmente la historia, hasta llegar a hablarse a veces de una nueva era. No solo en cuanto a gobiernos, sino también en cuanto a creencias religiosas entre las gentes. Pero en todas estas intrigas he hechado de menos algo más de acercamiento a la naturaleza y de fantasía.


Casi todo lo fantástico queda modelado en el segundo tomo y poco hay que descubrir ya en este tercero, a la vez que la parte de la loba Imala, cada vez se hace menos notable. Sí que al final se ve la relación y lo que había en común entre la loba y la niña, pero en este punto había esperado algo más. Aunque es bonita y cumple bien la explicación, me hubiera gustado más implicación de Imala en la historia, pues para mí, las descripciones donde aparecía el animal, eran de las mejores (mención especial para el primer tomo de la saga).


Hay alguna gran sorpresa reservada aún para este final, pero no resulta tan impactante y el enfrentamiento con Maolmorda, el “gran malo” que se adivina desde el principio, quizás se demora mucho y de deja justo para el final. Tan para el final que veía las páginas que quedaba y pensaba “no puede terminar todo en tan poco espacio”. Mucho se hablaba del gran duida oscuro para dedicarle tan pocas páginas, y a la vez, también tengo que admitir que esa parte cumple, no queda tan mal que sobresalga ni nada así.

 Las guerras y las descripciones de las batallas siguen teniendo una nota bastante buena en este tomo. El autor sabe describir bien tanto el terreno como la disposición de las tropas de ambos bandos y explicar los pequeños detalles que inclinan la balanza para uno u otro lado. Está todo muy bien narrado.

En cuanto al estilo en general, aunque en algún sitio leí que decae desde el primer tomo, en mi opinión sigue siendo parecido. Es un estilo bueno y cuidado, donde en cada capítulo se dan varios saltos de un lugar a otro, de un hilo argumental a otro, que hacen que se mantenga el interés y que se lea todo más rápido. Que siempre haya un frente abierto y que sepas que en cada salto va a pasar algo de importancia.

¿Merece la pena esta trilogía? La verdad es que no acaba de gustar el hecho de que los tomos en vez de subir el nivel, simplemente lo mantengan. O quizás soy muy exigente...pero en cualquier caso, al precio por el que se puede conseguir (18€ la trilogía entera) y después de haberlos leído todos, tengo que decir que sí que me ha gustado conocer esta historia. Me ha parecido curiosa y bonita a la vez. No está al nivel de las grandes, grandes (El señor de los anillos, El Elfo Oscuro...), pero sí es bastante buena.

Otras obras del mismo autor reseñadas:




2 comentarios:

  1. Como ya te dije por el otro lado, me apetece leer algo sobre novela fantástica, aunque creo que empezaré por "EL Elfo oscuro" que aún lo tengo pendiente.

    Un beso shakiano!!

    ResponderEliminar
  2. =) Seguro que te gusta "El Elfo Oscuro", no conozco a nadie que no le haya gustado.

    Besos!

    ResponderEliminar